La desesperación de un médico por la situación de la sanidad madrileña: "Es cuestión de tiempo que haya algún muerto"
'Hora 25' emite un programa especial desde el centro hospitalario de Torrelaguna (Madrid) que no tiene médico de urgencias
Vicente Palomo, médico de Torrelaguna: "Es cuestión de tiempo que haya un muerto"
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Madrid
Vicente Palomo ha sido médico durante 34 años en el municipio madrileño de Torrelaguna. Durante sus años de profesión, se ha encontrado prácticamente de todo. Patologías "graves", incluso "gravísimas", que precisan de la atención urgente de un equipo de profesionales, especialmente, de un médico. Actuar lo más rápido posible puede salvar vidas. Es por eso que no entiende que ahora haya servicios de urgencias extrahospitalarias sin facultativos y que la alternativa sea o realizar una videollamada o irse a más de 40 kilómetros, donde se encuentra el hospital más cercano. Para él, todo esto conlleva un riesgo muy alto: "Va a pasar por desgracia porque es cuestión de posibilidades. Va a pasar que va a haber un muerto, entonces todas las autoridades dirán 'cómo íbamos a pensar...'. Es de sentido que va a pasar más pronto o más tarde".
En un programa especial de Hora 25, dirigido por Aimar Bretos desde el centro de salud de Torrelaguna, Palomo ha reflexionado sobre la situación de la sanidad madrileña. Lo primero que siente al ver el cartel de "No hay médico", que cuelga en la puerta del centro, es "asombro" y confiesa: "No concebía en el peor de mis sueños que esto sucedería, no pensaba que se iba a hacer una medida tan improvisada, con todo por el aire, machacando tantos derechos". Insiste en que "siempre ha habido médico, cuando había dos médicos rurales titulares rurales y un practicante, se cubrían todas las urgencias, los fines de semana, todas, entre dos médicos". La situación de ahora no la ha visto nunca.
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Un centro sin médico no puede atender ciertas patologías, algunas que Palomo ha atendido en sus años en activo. "Desde patologías banales, hasta cosas graves o gravísimas, que tiene minutos para actuar, como un shock anafiláctico en un alérgico a la lactosa que se podía morir que en cinco minutos le pones la adrenalina o se muere ahogado. Otro shock anafiláctico de un paciente que le picó una avispa viniendo en moto por carretera y llegó aquí hecho polvo. Infartos también es una cosa de cada día y cada vez hay más porque la población es mayor. Antes se morían, pero ahora les ponen un muellecito y viven más tiempo. Niños ahogados, niños con convulsiones febriles. Nos hemos encontrado de todo. Nos trajeron a una niña que se había ahogado en una piscina, había que reanimarla y no se pudo. Nos han traído un hombre electrocutado con una tubería de hormigón que tocó un cable. Nos ha tocado de todo", recuerda con angustia.
Es por ello que esta medida le parece "una barbaridad", además de "ineficiente, porque va a masificar más las urgencias hospitalarias". Pero para él, sobre todo, "es insolidaria porque hace más daño al que más necesita el servicio de nacional de salud, a los que no tienen dinero para la privada, para los que no tienen para pagarse un taxi, para los que no tienen vehículo, a los ancianos, a la gente con más patologías o que las tiene crónicas".
Augura que esto va a cambiar pronto, porque va a pasar alguna desgracia que podría evitarse: "Yo estoy seguro de que va a cambiar en breves, antes de un mes, porque vamos a tener la gripe y va a ser la leche. La gripe y el covid. Esto va a agravar más, no va a haber más remedio que cambiar porque es cuestión de tiempo de que haya algún muerto, algún muerto, cualquier día va a pasar. Va a haber un muerto que se podía haber evitado habiendo equipos de guardia".
Las videollamadas tampoco son la solución: "El problema es que cuando tenemos cinco personas en el centro de salud y nos llega una y le vemos en la cara que es una cosa urgente, se deja todo y se coge al que viene con la parada del infarto, al crítico, al que se está muriendo, pero cuando estás por videollamada hasta que el médico la coja a lo mejor está atendiendo a otro, a lo mejor tiene cuatro videollamadas, ¿cómo hace triaje del enfermo? Es una manera de ejercer bárbara porque la urgencia es presencial, necesita presencia física de profesionales de un equipo completo porque mientras la enfermera le coge la vía, el médico le mete el tubo. Es decir, hace falta un equipo".
La clave para Palomo es que las urgencias sean presenciales sin lugar a dudas: "Hablamos de patologías críticas, es cuestión de tiempo. Están diciendo 'no es que las patologías son banales'. Que venga la señora Ayuso y el señor Escudero aquí de guardia y vean las patologías banales. Seguramente un 5% son graves, críticas, vitales". El tiempo es clave. "Son minutos, son instantes", para salvar una vida. "No puedes estar metiendo el Zoom a ver qué te dice el médico, porque el paciente se está muriendo. Va a pasar por desgracia porque es cuestión de posibilidades. Va a pasar que va a haber un muerto, entonces todas las autoridades dirán 'cómo íbamos a pensar...'. Es de sentido común que va a pasar más pronto o más tarde".
'Hora 25' desde las urgencias de un centro de salud en Madrid
59:16
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