¿Quién gana y quién pierde en EEUU?

Barcelona

Hay varias maneras de “leer” unas elecciones, y más si son muy reñidas. Por ejemplo, las norteamericanas. Una es según los resultados desnudos, o según las expectativas que cada uno había alimentado. Según los resultados puros, es innegable que los republicanos toman ventaja. En principio controlarán la Cámara de Representantes.

O sea, que podrán obstaculizar las leyes promovidas por los demócratas del presidente Biden, del aborto a los presupuestos; boicotear sus nombramientos; propiciar comisiones de investigación; y buscar un giro de la política exterior, por ejemplo en la ayuda económica a Ucrania. Pero no está claro que esa victoria les acompañe también en el Senado. Y para inutilizar completamente al Gobierno se necesitan las dos cámaras.

Pero además hay que comparar los escaños con las expectativas. Donald Trump prometía arrasar. Y no lo ha hecho. Confiaba en que una victoria por paseo militar le catapultaría como aspirante, otra vez, a la Casa Blanca. No ha sucedido. Es más, sus candidatos más fieles, o sea, los más ultras de los republicanos, apenas se han colocado.

Así que hay que medir también los resultados, según el calendario en que se despliegan. En lo inmediato y a corto plazo, Biden sufre un fuerte revés, aunque sea inferior al pronosticado. A largo plazo, el más perjudicado parece ser Trump. Quizá el tiempo de ambos ha empezado a agotarse.