El Ejército ruso ha anunciado este miércoles su retirada de la anexionada ciudad ucraniana de Jersón, la única capital regional bajo control ruso en todo el país. «Proceda a la retirada de las tropas y adopte todas las medidas necesarias para garantizar el traslado seguro de las tropas, del armamento y de los equipos al otro lado del río Dniéper», ha ordenado el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, al jefe de la agrupación de fuerzas rusas que combaten en Ucrania, general Serguéi Surovikin. Shoigú ha aprobado el repliegue después de que Surovikin admitiera en su informe que la defensa de la ciudad y sus aledaños en la orilla derecha del Dniéper es «inviable». El general ruso ha subrayado que en las condiciones actuales tampoco es posible abastecer al contingente militar ruso desplegado en la zona. «No es una decisión fácil», ha reconocido, aunque ha resaltado que la prioridad para Moscú es proteger la vida de civiles y militares. Según ha estimado, más de 115.000 los habitantes de la orilla derecha de la región han sido evacuados de las zonas de combate. «Debemos tener en cuenta la amenaza para la población civil», ha destacado Shoigú. Por su parte, Surovikin ha recalcado que unos 9.500 soldados ucranianos han resultado muertos o heridos desde agosto en la región que limita con la península de Crimea, fecha en la que las Fuerzas Armadas de Ucrania iniciaron la contraofensiva en Jersón. Rusia, que ha cedido en los últimos dos meses territorios en el Donbás, en el este de Ucrania, y que se retiró también de la región oriental de Járkov, se anexionó el pasado 30 de septiembre la región de Jersón, al igual que las de Donetsk, Lugansk y Zaporiyia, sin controlarlas en su totalidad. Tras conocerse la noticia, desde la presidencia ucraniana han emitido un mensaje en el que afirman que «algunas fuerzas rusas permanecen en Jersón» y que también están llevando «mano de obra adicional rusa». Los ucranianos afirman que «no prestan atención a las comunicaciones rusas», porque «las palabras difieren de las acciones» e insisten que mientras que «la bandera ucraniana no vuele sobre la ciudad de Jersón, no tiene sentido hablar de retirada rusa». La retirada rusa coincide con la muerte en un accidente de coche del vicegobernador prorruso de esta región ucraniana, Kiril Stremoúsov. La noticia la ha adelantado dirigente de la organización «Voluntarios de Crimea», Valeria Petrusevich y luego la ha confirmado el servicio de prensa de la administración de Jersón impuesta por Rusia a la agencia de noticias TASS. Stremoúsov, de 45 años, era el principal portavoz de las autoridades prorrusas de Jersón y publicaba a diario informaciones sobre la situación en ese frente en su canal de Telegram, donde cuenta con más de 121.000 seguidores. La última entrada del funcionario en la red social fue esta mañana. En el mensaje, Stremoúsov habla de que las tropas rusas repelieron un ataque ucraniano en Jersón, pese a que Kiev concentra cada vez más fuerzas militares en la región.