La bandera ucraniana ondea en algunos puntos a apenas 30km del centro de Jersón. Vídeos circulando en redes sociales así lo muestran, aunque sin poder confirmarlo. Sitúan a algunos comandos de las fuerzas armadas ucranianas prácticamente en las afueras de la ciudad ocupada hasta ahora por Rusia. Pero desde Kiev piden cautela, ante lo que puede ser una operación lenta. Ucrania ha recuperado en apenas 24 horas doce pequeños núcleos de población entorno a Jersón, según detalla en redes sociales Valeriy Zaluzhnyi, jefe del Estado mayor ucraniano. Pero no va a hablar de la estrategia a seguir en los próximos días, ni de si su plan es avanzar decididamente hacia el centro de esa capital de provincia, la única que las tropas rusas han invadido en la guerra que empezaron el pasado febrero. “Seguimos con la ofensiva según nuestro plan”, añade explicando que no pueden confirmar si, en efecto las fuerzas rusas han salido o no de allí, como anunciaron el miércoles a última hora del día. En Kiev el mensaje es extremadamente cauteloso desde que, hace ya días, Moscú ordenó primero una evacuación de población a la orilla izquierda del Dnieper, y ahora la de sus militares. A la idea de que la estrategia la marcan ellos, y no los intereses desde Moscú, se añade el miedo a que quieran convertir la ciudad en una trampa. El asesor presidencial Mykhailo Podolyak acusa al mando ruso de haber dejado la ciudad sembrada de minas, para hacer de ella un lugar “de muerte”. No ofrece muchos más detalles, pero añade que eso afecta a casas, infraestructuras, incluso al alcantarillado. Otro de los miedos ucranianos es que, con sus posiciones consolidadas tras el parapeto que supone el propio río Dnieper, se dediquen a bombardear la ciudad, como han hecho en otras poblaciones, buscando el mayor daño posible a los civiles. Pero también recuerdan que la salida del ocupante de esta ciudad no es fruto de una estrategia rusa, sino del avance imparable de los ucranianos.