La Hora Extra | Abrazando América Latina: de Mariana Enríquez, Laura Esquivel hasta el 'Fuck me' de Marina Otero
El Festival de Otoño, el Festival Eñe, el Premio Cervantes o los blockbuster americanos apuestan por la cultura latinoamericana, una reivindicación que analizamos en La Hora Extra
La Hora Extra | Abrazando América Latina: de Mariana Enríquez, Laura Esquivel hasta el 'Fuck me' de Marina Otero
Podríamos describir la larga relación entre España y América Latina a partir de poemas, películas, canciones, cuadros. Poemas del exilio. Canciones que mezclan rumba y cumbia, pop a ambos lados del Atlántico. La aparente distancia se convierte en un puente con el lenguaje como medio y una historia común, llena de errores, violencias, pero con la mirada puesta en el futuro. Es la propuesta del Festival de Otoño que trata de que Madrid sea la casa también del arte latinoamericano y del Festival Eñe. Ha sido también lo que refleja el Premio Cervantes de este año, que ha ido a parar al poeta venezolano Rafael Cadenas.
Lo latino ha llegado también al cine de superhéroes con Black Panther. El cine de Hollywood se abre a nuevas representaciones, Blak Panther fue el primer superhéroe negro de Marvel que rompió algunos moldes y triunfó en la taquilla. Justo esta semana vuelve la segunda entrega con un superhéroe latinoamericano y con todo un discurso anticolonial. La cultura como arma de cohesión social, de memoria y de convivencia y de temas que nos unen más allá de países y denominaciones. La cultura como modo de tender puentes, en una semana en la que se entregarán los Grammy Laitnos, una muestra del poderío de la mísica en español.
Mientas en Madrid acaba de empezar el Festival Eñe, una fiesta de las letras, un espacio de encuentro entre lectores y escritores y una celebración de la literatura. Más de 150 autores van a pasar por la capital y por Málaga, entre ellos muchos latinoamericanos. Argentina es el país invitado y en Argentina queremos empezar rescatando nuevas voces y voces de siempre en la literatura, en el teatro, el documental o la danza. Una de esas voces es la de Ana Navajas, argentina, tiene 48 años y acaba de publicar su primera novela: Estás muy callada hoy, en Seix Barral. Se van a encontrar un pedacito de ella, de la historia y vida de una mujer. Ama de casa y escritora, trapada en mitad de la vida, reivindicando su derecho al silencio frente al ruido familiar.
La protagonista busca quién es ella, siendo a la vez hija, esposa, hermana, madre de tres... y hay una reflexión sobre la maternidad. La protagonista es también huérfana, así que hay un crecimiento a través del duelo, la horfandad y una reivindicación de los cuidados. Es lo que se llama coming of age, un género literario y cinematográfico que se centra en el crecimiento psicológico y moral del protagonista. Estás muy callada hoy está cosechando muy buenas críticas, a Ana Navajas la han comparado con Natalia Ginzburg, Joan Diddion o Lucía Berlín.
Otra autora argentina, Mariana Enríquez, escritora, periodista y docente, parte del grupo de escritores conocidos como nueva narrativa argentina, ha pasado por España presentando El Otro lado. Retratos, fetichismos, confesiones, con Anagrama. Es un recopilatorio de artículos periodísticos, aunque la frontera entre el periodismo y la literatura en el caso de Mariana es más difusa. Escribe sobre algunos de sus ídolos y fetiches en ámbitos como la literatura y la música. Ídolos como Lovecraft, a pesar de ser un racista, dice. Esta es su reflexión sobre las relecturas de obras del pasado y la cultura de la cancelación, que hemos abordado mucho en La Hora Extra. DECLAS
Dice Enríquez que la literatura latinoamericana tiene ciertas características en común: un poco de primera persona, de diario de viaje, cierta mirada sobre la violencia, el género. Precisamente esos son los ingredientes que nos trae la artista Marina Otero. Las compañías latinoamericanas también están desembarcando en nuestro país. Son muchas las que han pasado por el Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz, por el Temporada Alta o ahora por el Festival de Otoño. Nos detenemos en su propuesta, la de Otero.
Dos piezas trae al Festival de Otoño. Fuck me y Love me. Marina sufrió una hernia de disco que cambió su forma de vivir y de trabajar. Se expresa de una forma extrema, violenta, feroz. Por eso, Fuck me y love me se enmarcan en un proyecto que ha bautizado como Recordar para vivir, en el que quiere construir, dice, una obra inacabable sobre su propia vida, que va de lo más íntimo a lo social y político, con cierta nostalgia por el paso del tiempo.
De Argetina saltamos a México, para conocer a otra nueva voz literaria, la de Laura Baeza. Explorando las aristas de la familia y la violencia los cuentos de Laura Baeza reflejan un mundo en ruinas que no deja al lector indemne. La familia, la precariedad, la violencia aparecen en sus seis relatos agrupados en Una grieta en la noche, editados por Páginas de Espuma, libro con el que quedó finalista del Premio Internacional Ribera del Duero. En esos escenarios, entre lo fantasmagórico y lo social, las madres sostienen los vínculos mientras los padres huyen, la desaparición y el feminicidio impregnan una realidad corrupta, la desigualdad y la pobreza arraigan en el corazón de las periferias.
Frente al futuro de la literatura mexicana, tenemos la voz de una veterana. Laura Esquivel, la autora del best seller Como agua para chocolate acaba de publicar con Aguilar Lo que yo vi. Una colección de memorias en 13 entregas, el libro son como 13 postales, momentos de su historia. El libro está acompañado de fotografías y de pistas musicales, el gran hilo conductor es la música, tan presente en su vida a lo largo de tantos años. Además, hay muchas reflexiones espirituales, sobre cómo fuimos, cómo hemos cambiado, los errores cometidos hasta llegar a un mundo desconectado de la naturaleza y que destruye el planeta.
La violencia de México ha condicionado los relatos de aquel país, sobre todo esta nueva narrativa que están haciendo las mujeres. Eso nos lleva a un fenómeno similar que ocurre en Colomia, donde la cultura es la alternativa a la violencia, la cultura que alimenta ese sentido de comunidad, de respeto, de fraternidad del que hablábamos. Medellín propone unas cuantas iniciativas con las que se intenta dar opciones a los chavales de barrios marginados, para que no entren en la dinámica de violencia a la que están abocados.
Y además del Festival Eñe, en Logroño está en marcha el Festival Cuéntalo. Una cita que ha ganado mucho peso con los años, que reúne a decenas de escritores y escritoras y que va más allá de la literatura. Cada año Cuéntalo se centra en un tema, esta vez es el dinero.