«No vendan». Este es el mensaje casi a la desesperada de las principales plataformas de criptomonedas después de la quiebra de FTX que arrastrado a todos los valores. Muchos jóvenes y pequeños inversores han perdido dinero y que puede no ser la última gran plataforma que se declare en bancarrota. Binance, la principal plataforma, así como otras plataformas más pequeñas intenta calmar a sus clientes asegurando que su modelo de negocio no tiene que ver con la quebrada FTX, a la que se negó a rescatar, tras ver su estado contable. Se intenta evitar lo que se describe como una “cascada”. También Coinbase ha enviado un e-mail a sus clientes explicando que su negocio «es diferente» y que, «en definitiva, protege mejor a sus clientes». Otros como Crypto.com, OKX o Derbyt prometen publicar datos para garantizar que tienen liquidez para pagar a sus clientes. En los últimos quince días, los clientes han retirado 22.900 millones de dólares de esas plataformas ante el temor de quiebra de las plataformas, según los datos de Nansen. La cotización de las criptomonedas sigue hundiéndose sin tregua en la sangría cripto. La criptomoneda de mayor capitalización, Bitcoin, ha caído a primera hora de este lunes por debajo de los 15.500 dólares, su nivel más bajo desde noviembre de 2020 y casi cuatro veces menor que en sus máximos de hace un año. Además ha arrastrado con ella a la mayoría de criptodivisas. La caída de FTX vierte todavía más desconfianza entre muchos inversores que abandonan este ecosistema: 3 billones de dólares valía la industria cripto hace un año, escasos 900.000 millones ahora.