Los líderes mundiales se encuentran reunidos en Bali (Indonesia) por la celebración de la cumbre del G20. Uno de los actos a los que acudieron los representantes de los países fue la cena de gala de este lunes. Al encuentro acudieron todos los mandatarios con llamativos looks para hacer un guiño a la cultura del país anfitrión. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, deslumbró con un llamativo traje tradicional morado a juego con el de su mujer, Begoña Gómez. Todas las miradas, al menos en España, se dirigieron al atuendo del presidente: una tradicional camisa balinesa con tela batik morada y pantalón de traje. Begoña Gómez lució un espectacular vestido amarillo largo con tirantes y para ir a conjunto son Sánchez se decantó por llevar un chal de color morado, a juego con la camisa de su marido. Ambos desfilaron por el jardín que conduce al Lotus Pond del Parque Cultural Garuda Wisnu Kencana, donde tuvo lugar la cena y en la entrada estaban esperando el presidente de la República de Indonesia, Joko Wiododo, acompañado de su mujer, los dos vestidos con atuendos tradicionales. No todos los líderes mundiales optaron por lucir trajes tradicionales de Indonesia, como fue Emmanuel Macron, que acudió con camisa blanca sin corbata y pantalón de traje, acompañado de su mujer Brigitte. Tampoco mandatarios árabes como el príncipe heredero saudí Mohamed Bin Saman o el ministro de Exteriores de Emiratos Árabes Unidos se atrevieron con los atuendos. Quienes sí sorprendieron con llamativos «looks» fueron el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que llevó una camisa color fucsia, o el primer ministro británico, Rishi Sunak, que fue con una camisa balinesa de color rojo. La guerra en Ucrania, que ha modificado la geopolítica internacional, es la que ha marcado la agenda de los jefes de Estado y de Gobierno. Sin ir más lejos, Sánchez ha pedido a los líderes del G20 no usar la guerra en Ucrania como un «pretexto» para retroceder en los compromisos de descarbonización y ha insistido en que la salida a la crisis energética pasa por acelerar la transición ecológica y el despliegue de las energías renovables. Además, ha iniciado su intervención destacando que el G20, por primera vez, se ve directamente afectado por la guerra porque uno de sus miembros, la Federación Rusa, está librando una «brutal e injustificada guerra de agresión contra Ucrania». Así, ha recalcado una vez más que Rusia debe detener la guerra inmediatamente. Quizá por esas palabras, algunos en las redes sociales han querido ver en los colores elegidos en el atuendo tradicional del presidente y de su mujer, Begoña Gómez, un guiño a Ucrania en referencia a su bandera. Aunque los colores que lucieron fue el morado y amarillo, no azul que es el color de la bandera ucraniana.