Los líderes del G-20 han comenzado este martes la cumbre anual en Bali, uno de los encuentros más tensos del grupo por las diferencias sobre la guerra de Ucrania, con la expectativa de que, al contrario de lo previsto, se logre un documento consensuado. Todos los líderes del grupo, con excepción de los dirigentes de Rusia, Brasil y México, que enviaron a sus ministros de Exteriores, participan desde este martes y hasta el miércoles en unas sesiones en las que se espera que la invasión rusa de Ucrania acapare gran parte de la atención. Pese a las diferencias y a que el grupo no ha logrado consensuar ningún documento desde la invasión de Ucrania en reuniones de menor nivel, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha asegurado que los miembros del G20 han cerrado un borrador de declaración conjunta que va «en la dirección correcta» para condenar la invasión. El presidente indonesio, Joko Widodo, inauguró la cumbre abriendo el primer plenario sobre seguridad alimenticia, en el que enfatizó: «Debemos terminar la guerra (de Ucrania). Si la guerra no termina, será difícil para nosotros asumir responsabilidades sobre el futuro, para nuestras futuras generaciones». «No debemos transformar el mundo en una nueva guerra fría», dijo Widodo, que ha puesto un empeño personal este año, en el que Indonesia ocupa la presidencia del grupo, en que la cumbre sea un espacio de diálogo que incluya a todas las partes, invitando también al presidente ruso, Vladímir Putin. Putin, no obstante, ha decidido no acudir y enviar al ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, en representación, lo que en principio ha facilitado las conversaciones entre los miembros del grupo abriéndose incluso la posibilidad de que se firme un documento consensuado. «El hecho de haber llegado a un acuerdo a nivel de delegaciones es ya un gran logro», dijo Michel en rueda de prensa poco antes de que empezara la cumbre del G-20. De acordarse una declaración conjunta con una mención a la guerra de Ucrania, sería la primera de un foro internacional en hacerlo en estos términos desde el inicio del conflicto, pues normalmente Rusia y socios como China se han negado a ello. Un logro que aún no está claro pero que va en línea con el tono más conciliador de lo previsto en la reunión la víspera entre los presidentes chino y estadounidense, Xi Jinping y Joe Biden, respectivamente, la primera con ambos como jefes de Estado y que superó las expectativas en cuanto a la mutua voluntad de mejorar las empeoradas relaciones. Entre otros temas, los líderes del G-20 participarán hoy y mañana en plenarios en los que discutirán sobre seguridad alimenticia, transformación digital y también mantendrán reuniones bilaterales en los márgenes de la cumbre. El G-20 está formado por Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, EE.UU., Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, el Reino Unido, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea, con España como invitado permanente.