El momento 'coyote' de los impuestos
Los conservadores británicos reconocen que quisieron ir demasiado lejos con la rebaja masiva de impuestos capitaneada por Liz Truss. La austeridad pesa sobre el recién estrenado gobierno de Rishi Sunak que aumenta impuestos y recorta gastos para devolver el equilibrio a las cuentas británicas. Analizamos el nuevo plan de consolidación fiscal de Reino Unido con Enrique Feás, del Real Instituto Elcano
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Momento 'coyote' de los impuestos
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Madrid
Un "camino equilibrado hacia la estabilidad". Así ha definido el nuevo ministro de finanzas británico, Jeremy Hunt, el nuevo plan de consolidación fical con el que pretende tapar un agujero de 55.000 millones de libras y tras la debacle financiera y política propiciada por la rebaja masiva de impuestos de Liz Truss.
A diferencia del anterior plan fiscal, que disparó los costes de financiación de la hacienda británica y hundió la libra, el de ahora se trata de un presupuesto "razonado y creíble" para los mercados que anticipa "una buena reacción", explica en Hora 25 de los negocios el investigador principal del Real Insistuto Elcano, Enrique Feás.
Del lado de los impuestos, el canciller birtánico pretende recaudar 25.000 millones elevando la presión fiscal hasta el nivel más alto desde la II Guerra Mundial. Entre muchas medidas, propone rebajar el umbral del tipo máximo del 45% Impuesto sobre la Renta (pasa de las 150.000 libras a las 125.140). "Se trata de afinar en el gasto y proteger a los más vulnerables mientras no se deteriora demasiado a las cuentas públicas. No puedes reducir demasiado el gasto, pero tampoco gastar de cualquier manera", explica Feás.
Por otro lado, el canciller británico ha anunciado un paquete de apoyo específico a los más vulnerables frente al aumento del coste de la vida, dotado con 26.000 millones de libras, incluyendo medidas de apoyo frente al aumento de las facturas de energía; al tiempo que anuncia recortes en el gasto público.
El salario mínimo aumentará además un 9,7%, lo que supone en torno a 1.600 libras más al año, aunque sin compensar el efecto la inflación que ya escala hasta el 11,1% en Reino Unido. "Todo tiene que enmarcarse en una senda de visión sobre el futuro de la sostenibilidad. No sé trata de si es bueno o malo, si no de si es sostenible a largo plazo", añade el investigador.
Entrada en recesión
En su comparecencia ante la Cámara de los Comunes, el títular de la Hacienda británica ha confirmado además los malos presagios de la pronósticos de OBR, que apuntan a una expansión del PIB del Reino Unido del 4,2% este año, frente al 3,8% previsto en marzo, pero que pronostican ya una contracción del 1,4% en 2023, frente al crecimiento previsto anteriormente del 1,8%.
