"Necesitaba que España avanzara de fases en la Eurocopa de 2012 para pagar el alquiler": las crónicas sobre la "supervivencia laboral" de Javier López Menacho

Madrid

La última Encuesta de Población Activa (EPA) proyecta la mayor caída de paro en un mes de octubre. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, correspondientes al tercer trimestre de este año, el índice de desempleo es del 12.6%, lo que supone más de 2.9 millones de desempleados. Aunque hay un grupo para el que este último informe es negativo, los menores de 25 años. El desempleo en los jóvenes aumentó y ya se sitúa en el 31.1%.

La tasa de desempleo en España es la más alta de la Unión Europea, incluso duplica la media de la eurozona, en torno al 6.6% en septiembre, según datos de la oficina de estadística de la institución. Misma tónica al contemplar los datos relativos a los menores de 25 años. España cuenta con el índice más alto de la UE, por delante de Grecia e Italia. Y es que la media europea ronda el 14.6%.

Una reciente encuesta publicada en el diario 'El Mundo' proyecta que el 55.3% de los jóvenes prefiere estar en paro antes que trabajar en una tarea que les hiciera infelices. En plena crisis económica de 2008, el escritor Javier López Menacho hizo "un máster en precariedad". "Me apunté en un máster y en vez de estar parado era estudiante en la contabilización del Gobierno", comenta.

"Al acabar iba encadenando un trabajo tras otros". Y esta es la historia que ha proyectado en su libro 'Yo, precario', editado por La Caja Books. Uno de esos trabajos, por ejemplo, era disfrazarse chocolatina. "Eran sesiones de cuatro horas y los días de turno doble eran de ocho horas. Yo deseaba tener más, vivía en Barcelona y el precio de la vida era alto", explica.

"Señores con corbata"

Tras este llegaron otros trabajos extraños. "Había una campaña de publicidad y me llamaron para hacer de Iker Casillas". El escritor debía hacer de speaker en un cine de San Cugat, donde proyectaban los partidos de España. "El vínculo con 'la roja' no se vive, el cine estaba vacío, quienes iban a ver la selección eran migrantes con la camiseta, yo tenía que animarlos", explica.

Era la Eurocopa de 2012 y "necesitaba que la selección ganara el máximo posible para pagar el alquiler". Cobraba 50 euros por partido, así que solo había un escenario posible, que España se colara en la final. "España ganó la Eurocopa y yo pagué el alquiler", explica, gracias a "aquel último reducto que animaba a España en pleno procés".

Esta publicación es una recopilación de sus "crónicas a lo gonzo" que iban sumando miles de visitas en su blog. "Fue tal el éxito que dije aquí tengo un libro", recuerda. Y es que, según su percepción, "la precariedad la contaban muchos señores con corbata", por lo que "debían abordarla los precarios de verdad".

Precariedad transversal

Señala que no quería que este libre "tuviera un tono de lástima", pero ha conseguido dos efectos. "En las presentaciones las generaciones de mayores me decían que les hacía llorar y los jóvenes ganaban esperanza", matiza. En el último capitulo, López Menacho escribe desde su primer despacho, en el que no ha perdido la consciencia de clase que, dice, otorga la precariedad continuda. "En un restaurante estoy con el camarero", señala.

Por último, comenta que la precariedad es una situación laboral que siempre ha existido, pero en la actualidad se ha asentado en todos los sectores. "Si encaramas tres decisiones malas a la precariedad le da igual la edad y la raza", lamenta. Ahora, dice, "es feliz sin un gran sueldo" como encargado de comunicación digital para empresas.