"Es una forma calculada y medida de elevar el tono para ocupar más espacio mediático": los insultos a las mujeres en política, un mal que se agrava en Europa
Iago Moreno, sociólogo por la Universidad de Cambridge, analiza la radicalización del mensaje contra las mujeres en política en los últimos años
"Es una forma calculada y medida de elevar el tono para ocupar más espacio mediático": los insultos a las mujeres en política, un mal que se agrava en Europa
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Madrid
Los insultos machistas en el Congreso de los Diputados han elevado la crispación política al nivel de cruzar los límites de la conciencia democrática. Descalificaciones constantes que ni vienen de ahora, ni tampoco ocurren y han ocurrido solo en España. Y es que en los últimos años el machismo, la homofobia y la violencia han estado presentes en los parlamentos europeos.
En la Cadena SER, repasamos algunos de los hitos de los últimos años a este respecto:
- Francia, 2013. A Véronique Massonneau unos parlamentarios le imitan el sonido del cacareo mientras interviene en la Asamblea Nacional. Ella se ve obligada a decir: "No soy una gallina".
- Bélgica, 2014. Un diputado insulta al primer ministro, Elio di Rupo, abiertamente gay, llamándole "pedófilo".
- Reino Unido, 2016. Jo Cox, parlamentaria laborista, es asesinada de varios disparos y puñaladas por un hombre que gritaba "Gran Bretaña primero". Jo Cox era activista por los derechos humanos
- Bruselas, 2017. Un eurodiputado polaco dice en el parlamento que las mujeres deben ganar menos que los hombres, porque son más débiles, más pequeñas y menos inteligentes que ellos.
- Reino Unido, 2020. La opinión pública insulta a Tracy Brabin, laborista, por llevar un hombro descubierto en el parlamento. La llaman "borracha" y "zorra". Ella responde: "Es el machismo de todos los días".
- Francia, 2022. Un diputado negro de La Francia insumisa está hablando de la situación de los migrantes en el Mediterráneo cuando otro diputado le grita "que se vuelva a África". Y estos son solo algunos de los ejemplos.
Siempre ha habido violencia contra las mujeres, pero, en los últimos años, como hemos podido ver, se ha dado un aumento del tono en muchos sentidos. Y eso se debe a una decisión estratégica de algunos partidos, como explica en la SER Iago Moreno, sociólogo por la Universidad de Cambridge y analista en temas de la desinformación virtual y las consecuencias políticas de la digitalización de la esfera pública: "Es una forma calculada y medida de elevar el tono para ocupar más espacio mediático, aumentar la polarización social a su favor y construir titulares en los cuales quedan enmarcados como políticamente incorrectos y antagonistas al resto de fuerzas".
Este tipo de estrategias se llevan a cabo en los parlamentos y ocupan mucho espacio mediático, muchos titulares, pero también las favorecen redes sociales como Twitter. "Toda la conversación pública en esa plataforma está electrificada por una estructura de cuentas muy consolidada y que se dedica a este tipo de campañas", asegura Moreno.
Esto ocurre, como hemos contado, en muchos países europeos, pero, según el sociólogo, una campaña como la que se desarrolla en España contra Irene Montero es casi excepcional en el continente: "La forma, la virulencia, la agresividad con la que se la embiste a través de todo tipo de campañas de odio no alcanza un equivalente fácil en el contexto europeo". Y este tipo de campañas son, en muchos casos, una reacción a avances sociales como el feminismo.