2ª jornada
Lusail Iconic Stadium
Argentina
-
México
Messi le da la vida a Argentina
Un golazo y una asistencia del '10' ante México pone a La Albiceleste segunda del grupo C y en disposición de jugarse el primer puesto con la líder, Polonia, en la última jornada
Argentina supera la 'final' ante México y vence con un gol de Leo Messi y otro de Enzo Fernández (2-0) para seguir con vida y depender de sí misma de cara al duelo frente a Polonia. El país pedía al 10 que hiciera acto de presencia. Y así fue. Argentina mostró poco, pero ganó y además hizo lo más importante: quitarse la losa de la presión que la agarrotaba.
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Empezó Argentina hecha un manojo de nervios, sabedora de que el el partido era la primera de sus finales tras el 2-0 de Polonia a Arabia Saudí. Mexicó salió a presionarle, incentivando el estado de nerviosismo de La Albiceleste, que no podía salir ni encadenar posesiones, con Rodrigo De Paul como máximo exponente de esos errores. El primer tiempo discurrió entre las áreas, pero sin que nadie pisase ninguna de ellas. La parada, palomita y blocaje incluido, de Emiliano Martínez a la falta de Vega fue la acción más peligrosa del primer tiempo (y de México en todo el partido), en el que pasaron pocas cosas.
Argentina salió tras el descanso intentando parecerse a ese equipo que encadenó 36 partidos sin perder. Empezó con otro aire, más metida y más centrada hasta monopolizar el balón. Empujaba, pero no amenazaba. Hasta que Messi, en el minuto 64, decidió salir de la lámpara y pegar el golpe sobre la mesa que toda Argentina esperaba. Tras un partido alejado de su zona, teniendo que bajar a recibir para armar el juego y sin que su papel fuese determinante, apareció en la frontal para soltar un zapatazo raso y ajustado al palo de la portería de Ochoa. Argentina se quitó los miedos y Messi la presión. Scaloni, ante el temor de perderlo todo, metió un central más para amarrar el resultado y se encontró con el 2-0. Messi asistió a Enzo Fernández, que derriba la puerta de la titularidad con una rosca preciosa al palo largo de Ochoa. Argentina respira. Ya ha dicho adiós al suplicio. Ahora depende de sí misma para pasar y para ser primera de grupo.
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Messi entró en escena para marcar la diferencia. Su gol fue una liberación. Para él el primero. La rabia con lo que lo celebró, cómo el grupo reaccionó y cómo él se dirigió a la grada, con un beso y visiblemente emocionado, demuestran cuánto necesitaba La Albiceleste ganar y soltarse. Tras el partido, el propio Messi ha reconocido que "ahora empieza el Mundial".
Tal es el temor y la urgencia que rodeaba a la selección, que al propio seleccionador, Scaloni, y su segundo, Pablo Aimar, se les vio visiblemente emocionados en el banquillo, hasta con un estado de ansiedad para el histórico exfutbolista.