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Sociedad

Pekín consigue reducir sus emisiones mientras que Nueva Delhi fracasa en el intento

La capital de la India es una de las más contaminantes del mundo, y pese a que ha intentado imitar el modelo de Pekín, todavía no ha conseguido resultados

Pekín reduce la polución y Nueva Delhi fracasa en el intento

Madrid

China es el país más contaminante del mundo, pero su capital, Pekín, ha conseguido reducir sus emisiones en los últimos años. Su gestión de la polución empieza a efectuarse de forma más comprometida en 2013, cuando la gente empezaba a hablar del aeroapocalipsis y respirar el aire de Pekín era un peligro real para la salud. El recién estrenado mandato de Xi Jinping aprobó el Plan Nacional del Aire con el objetivo de reducir la polución aérea, porque por aquel entonces los registros de China estaban en una media de 52,4 metros cúbicos de partículas contaminantes y la capital era uno de los focos. Esta cifra era diez veces superior al límite que marca la OMS.

Se ha centrado en la reducción del uso de carbón

—  Xavier Querol es investigador del CSIC y experto en contaminación atmosférica

Además de abandonar el carbón como fuente de combustible, China ha aplicado otras medidas como las restricciones de movilidad de coches y una fuerte apuesta por la energía nuclear. También se han encargado de cerrar parte de su industria contaminante y trasladarla a las afueras de las ciudades, pero con sistemas de control de emisiones, explicaba Xavier.

Esta estrategia tuvo éxito gracias a la gran capacidad económica de China y el sistema de partido único, que cuando toma una decisión, se convierte en algo incuestionable para el resto de administraciones locales.

Un hombre con una máscara camina en una mañana de niebla en Nueva Delhi

Un hombre con una máscara camina en una mañana de niebla en Nueva Delhi / ADNAN ABIDI

Mientras que en Pekín cada vez es más común ver el cielo despejado, en la capital de la India, Nueva Delhi, el aire sigue siendo irrespirable y acumulan más de 100 microgramos de partículas contaminantes por metro cúbico. Pese a los peligros que supone estar expuesto a un aire tan contaminado y que el gobierno es consciente de ello, cualquier plan de control de la polución aérea que han intentado aplicar ha fracasado. Xavier Querol explica algunas de las razones por las que la India no consigue limpiar su aire: “Se producen grandes emisiones de amoníaco por la aplicación de estiércol en la agricultura. Además, la cordillera del Himalaya hace de barrera frente a los vientos del norte que pueden limpiar la atmósfera”.

Pero los intentos de limpieza del aire en la capital han fracasado por tres razones fundamentales y que van más allá de problemas geográficos. La falta de interés por parte de la población india, pese a que la polución aérea es el principal factor de riesgo en muertes allí. La variedad de partidos que gobiernan en cada una de las administraciones locales y que hace imposible un consenso que unifique los criterios. Y por último - como ya ha explicado Xavier Querol - se sobreponen los intereses del sector agrícola, uno de los más contaminantes en la India, a los intereses de la población y su salud.

Nueva Delhi sigue en sus intentos de conseguir un aire más puro, mientras que Pekín ha logrado despejar parte de sus cielos con una reducción de partículas contaminantes del 56%. Pese al éxito de los planes en el país dirigido por Xi Jinping, Pekín sigue siendo una de las ciudades con mayor polución y China todavía es el país más contaminante del mundo.

Eduardo Hernández Ojeda

Periodista en el equipo de Economía de la Cadena...