¿Cómo pueden influir los partidos de fútbol en un infarto? Un estudio relaciona el aumento de infartos con las derrotas del Cádiz C.F.
El cardiólogo del Hospital Universitario Puerta del Mar, Enrique Puche, explica que estos episodios cardíacos también descienden en un 20% tras las victorias
"Un partido son 90 minutos y 3 puntos, pero la vida es mucho más que eso": Un estudio relaciona el aumento de infartos con las derrotas del Cádiz C.F.
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Madrid
El fútbol no es un deporte apto para cardíacos. Sin ser médico, Joaquín Sabina lo sabe a la perfección. En su himno del centenario cantaba esa "manera de sufrir" que experimentan los aficionados colchoneros cuando juega su Atlético de Madrid. "Infartando en la ribera del Manzanares, los corazones". Ni aún cambiando el estadio Vicente Calderón por el nuevo Metropolitano, los "atléticos" dejan de "derrochar coraje y corazón", como clama, también su himno oficial.
En Tenerife, en el Heliodoro Rodríguez López, el carnaval se cuela en las gradas. El público blanquiazul entona uno de los cánticos de referencia de las calles de la capital: "Chicharrero de corazón". Una arenga futbolera con origen en la murga 'Ni Pico Ni Corto', que a principios de los 2000 se despedía así de los escenarios del carnaval. Tal fue su popularidad que el Ayuntamiento adquirió sus derechos, por 25.000 euros, para convertirla en el himno oficial de las fiestas. Aunque su origen estaba en la garganta de los chilenos, que la proclamaban desde el Mundial de Francia de 1998.
Y es que el fútbol son goles, 11 contra 11 y corazón, mucho corazón. En el Nuevo Mirandilla, el amarillo, a diferencia del temor que sienten algunos artistas sobre el escenario, "no es un color maldito". Para sus aficionado es "gloria bendita" cada vez que el Cádiz juega. Y aunque "a cambio reciban un calvario de decepciones", como clama 'Me han dicho que el amarillo', "amarillos son sus colores". Pero, cuando pierden, son algo más delicados.
En 2021, Enrique Puche, cardiólogo en el Hospital Universitario Puerta del Mar, estuvo al frente de un estudio que analizó la relación entre el estrés físico y emocional con el infarto. El resultado sorprendió. El número de infartos y anginas de pecho descendía cuando el Cádiz ganaba y aumentaba cuando perdía. "Lo veíamos viendo, pero que disminuyeran cuando ganaba era sorprendente", explica el médico.
Factores de riesgo
Cuando el 'submarino amarillo' no lograba un resultado positivo, el número de infartos aumentaba en un 30%, mientras que disminuía en un 20% cuando se alzaban con la victoria. En la grada la tensión se vive, aunque con peores consecuencias para los aficionados con peor estado de salud. "Afecta a las personas de alto riesgo, alguien joven que no fume no sufrirá un infarto, pero las personas con sobrepeso o colesterol son más propensa", comenta.
Como consejo, el doctor Puche recomienda que estos aficionados "controlen los factores de riesgo, ya que tendrían más seguridad", pero va un paso más allá del diagnóstico cardiológico. Receta una solución contra el fanatismo: "Deben intentar relativizar que un partido son 90 minutos y 3 puntos, pero su vida es más que eso".
¿Es mejor verlo en la tele?
Y es que, efectivamente, quienes acudían a las urgencias hospitalarias lo hacían con valores descontrolados, influidos, recuerda nuevamente, por los factores de riesgo. "La intensidad de la emoción es peor, los factores psicológicos también los estudiamos, no era lo mismo 90 minutos de tranquilidad que un partido en el que no ocurriera nada", vislumbra.
Por último, además de ironizar sobre "el típico aficionado que sale en la tele con la vena marcada", explica que es necesario aumentar el número de estudios para, por ejemplo, discernir entre los efectos cuando se acude al estadio o cuando se sigue el encuentro por la radio o la televisión. "Haría falta más estudios, pero se veía que cuando no se permitía ir a los estadios por el coronavirus no aumentaba el riesgo de infarto", culmina.