Los satélites de Vox: cómo la ultraderecha utiliza una red de asociaciones para aparentar apoyo social a sus postulados
Son la voz del partido en la calle, organizan manifestaciones en las que defienden las reivindicaciones de Vox y recogen firmas en contra de las iniciativas del Gobierno de coalición. Pero no son independientes. Sus miembros tienen cargos orgánicos en el partido
Los satélites de Vox
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Madrid
Vox cuenta con una red de asociaciones con actividad en distintos territorios. Son los tentáculos que la formación utiliza para nutrir de un aparente apoyo social sus postulados. Están camufladas con nombres ‘blandos’ o apolíticos, pero esconden, en realidad, ideas reaccionarias y radicales. Son la voz del partido en la calle, organizan manifestaciones en las que defienden las reivindicaciones de Vox y recogen firmas en contra de las iniciativas del Gobierno de coalición. Pero no son independientes. Algunos de sus miembros están directamente vinculados al partido de ultraderecha: tienen cargos orgánicos dentro de la formación.
Es el caso, por ejemplo, de Nostra Terra, una asociación que busca “promover la conservación de la riqueza natural de España”, según su página web. Nostra Terra acudió al Congreso a finales de octubre para reunirse con Vox y mostrar su rechazo a la Ley de Bienestar Animal. “Vox cumple con su promesa y trae al Congreso a todas las asociaciones que solicitaron participar en el debate de la mal llamada Ley de Bienestar Animal y que el Gobierno ha silenciado”, dijo ese día Iván Espinosa de los Monteros asegurando que lo que quería el partido era “dar voz a quienes no tienen voz”.
La presidenta de Nostra Terra es Úrsula Hernández, secretaria de organización de Vox Coslada, según la web del partido. Antes, desde octubre de 2018 hasta septiembre de 2021, fue "auxiliar administrativa" de Vox. Otro de los miembros de la asociación es Manuel Fuentes, “coordinador local de zona” en Vox Coruña. Fuentes fue, además, en la lista de Vox para A Coruña en las elecciones del 10 de noviembre de 2019. “Hoy nos hemos reunido con el único partido que ha querido escuchar a las asociaciones afectadas por la Ley de Bienestar Animal”, escribió Nostra Terra en Twitter. "Gracias a Vox por darnos voz en este tema tan importante para nosotros", explicó en el Congreso Fuentes sin añadir que ese partido era, también, el suyo.
Para Felipe G. Santos, investigador de la City, University of London, Vox, con esto, busca tres objetivos: mostrar sus propuestas como “ideas de sentido común”; ocupar un espacio que hasta ahora dominaban grupos y organizaciones progresistas; e intentar “expandir su base de apoyos a grupos electorales con demandas más obreristas”, como ha hecho Marine Le Pen en Francia. “Creo que el hecho de que, en muchos casos, la asociación entre Vox y la organización sea directa muestra que estas asociaciones, muchas veces, no han surgido de la sociedad civil, ni como una demanda ciudadana, sino que ha sido algo que ha intentado orquestar Vox".
El esquema se repite en varias asociaciones. Defienden las ideas de Vox y están, además, vinculadas al partido. “Es bastante común que los partidos intenten crear organizaciones satélites”, explica Santos. Vox hace uso de ellas, acudiendo a sus manifestaciones o invitándolas al Congreso, para “intentar presentar sus propuestas como propuestas que vienen de la sociedad civil” y así “dan una imagen de mayor apoyo a sus iniciativas”.
A principios de octubre Vox celebró su evento del año, el Viva22, en el Espacio Mad Cool de Ifema. En el recinto, había una zona reservada para carpas provinciales, empresas y asociaciones. La entrada al evento era libre, pero los asistentes podían inscribirse rellenando un formulario. Al hacerlo y aceptar la política de protección de datos, los asistentes aceptaban también que Vox cediera sus “datos de contacto” a un listado de asociaciones. “Podrán ser cedidos los datos de contacto (nunca otros datos), a terceras asociaciones, sin ánimo de lucro y de fines sociales, en cumplimiento de expectativas razonables y en interés legítimo de esa finalidad social general que pretendemos con nuestro evento Viva22 y siempre en relación de la mejor consecución de los fines de la organización”, se puede leer en la página web del partido. Vox aporta un listado de asociaciones - AMPI, ANAVID, Mi Barrio Seguro, Los Tercios Cívicos o la Plataforma 711 -, aunque aclara que no es “exhaustivo”.
Mi Barrio Seguro
Mi Barrio Seguro es una asociación que alimenta la alarma en torno a la okupación y que utiliza el discurso del odio que vincula, como hace también la ultraderecha, la migración con la inseguridad y la delincuencia. Se inscribió en el registro de asociaciones en septiembre de 2021, tiene delegaciones en diferentes provincias y organiza habitualmente concentraciones a las que suelen acudir representantes de Vox. Pasó, por ejemplo, en la última concentración que organizaron, en septiembre de este año, frente al Congreso de los Diputados. “Estamos aquí delante del Congreso apoyando a esta asociación contraria a la okupación. Queremos que los okupas sean desahuciados inmediatamente, en menos de 48 horas, con una patada en el culo”, dijo Iván Espinosa de los Monteros a las puertas del Congreso y con las pancartas de Mi Barrio Seguro de fondo.
“Mi Barrio Seguro no depende de ninguna organización, partido político, empresa o grupo de presión. Nuestra independencia garantiza nuestra credibilidad y eficacia”, aseguran desde la asociación en su página web. Su presidente, Andrés Jesús López Esteban, es afiliado de Vox y portavoz adjunto de la formación en la Junta de Distrito de San Blas-Canillejas, tal y como figura en la página web del Ayuntamiento de Madrid y en su página de Linkedin. Vox, por lo tanto, no solo se hace eco de las reivindicaciones de Mi Barrio Seguro, que son las mismas que las suyas, si no que, además, tiene a un miembro del partido presidiendo la asociación.
En conversación con la Cadena SER, Andrés López, reconoce que es afiliado de Vox desde hace "cuatro años y medio", antes de crear la asociación, pero aclara que Mi Barrio Seguro "no tiene nada que ver con el partido". "Es una asociación transversal. La he montado yo, junto con otros compañeros, para ayudar a los afectados", insiste y aclara que, a sus concentraciones, van también representaciones de otros partidos, como el Partido Popular o Ciudadanos.
Mi Barrio Seguro convocó a sus seguidores a la manifestación de Vox del domingo 27 de noviembre en la Plaza de Colón. "Ante el gobierno que libera e importa a criminales y genera inseguridad en nuestros barrios, este domingo no te quedes en casa", escribió en las redes sociales sin citar al partido de ultraderecha, como si fuera una convocatoria independiente. El presidente de la asociación, Andrés López, reconoce que participaron en la concentración "con una pancarta", pero insiste en que su organización "nada" tiene que ver con Vox.
AMPI, Mujeres por la Igualdad
La asociación Mujeres por la Igualdad es una de las plataformas vinculadas a Vox que lanza un discurso que tiene en el centro el antifeminismo y la negación de la violencia machista. Desde AMPI defienden, dicen, el “feminismo real” y rechazan lo que llaman la “ideología de género”. Hablan, como hacen también desde Vox, de “violencia intrafamiliar” y no de violencia machista y, entre sus principios, se encuentra la “libertad de las madres y los padres a educar a sus hijos según sus valores y en su propia lengua”. También hacen activismo en contra de la Ley Trans con una recogida de firmas.
Una de las portavoces de la asociación es Alicia Tomás, que fue en las listas de Vox por Barcelona en las elecciones del 10 de noviembre de 2019. Actualmente trabaja para Vox Terrassa, según la información de sus redes sociales. “Desde hace años defendiendo las ideas de Vox en Cataluña”, escribe en un mensaje en Twitter.
ANAVID
La Asociación de Ayuda a las Víctimas de la Violencia Doméstica (ANAVID) tiene una actividad muy similar a la de AMPI. Ambas niegan la violencia machista y hablan de “violencia doméstica”. Son, además, muy críticos con el Ministerio de Igualdad y la ministra Irene Montero y organizan de manera habitual concentraciones para pedir su dimisión. “A la cárcel sin perdón”, se leía en una pancarta en una de sus últimas manifestaciones. Como en los casos anteriores, Vox también se ha acercado a concentraciones de Anavid. Participó, por ejemplo, en la concentración que la asociación organizó a las puertas del Congreso de los Diputados el 25 de noviembre del año pasado.
Existe, además, una conexión directa entre el partido de ultraderecha y la asociación. La presidenta de ANAVID, María Legaz, es afiliada a Vox desde 2018, según publicó eldiario.es. Representa al partido como vocal vecina y portavoz en la Junta Municipal del Distrito de Chamberí. ANAVID participó, además, en una charla que Vox organizó en el Congreso de los Diputados el 20 de julio de 2022 titulada “Las otras víctimas. Consecuencias reales de la ley VIOGEN”.
Nostra Terra
Entre Nostra Terra y Vox hay una vinculación clara a través de sus miembros. Úrsula Hernández y Manuel Fuentes representan a la asociación a la vez que trabajan para el partido. Pero, además, Vox mantiene afinidad con Nostra Terra y participa en sus actividades. El eurodiputado Jorge Buxadé participó en septiembre en unas jornadas sobre Jaime de Foxá que organizó la asociación y suele hacerse eco en redes sociales de sus iniciativas. Nostra Terra, como el resto de asociaciones mencionadas, participó en Viva22, el evento anual de Vox.
En el listado de las asociaciones que acudieron a Viva22 y a las que Vox cedió los datos de contacto de los asistentes que se inscribieron al evento está también la Plataforma 711 y la asociación Los Tercios Cívicos, además de Denaes, la fundación que presidió Santiago Abascal.
La Plataforma 711 Por la Reconquista Cultural es, según su página web, “un punto de encuentro para que los jóvenes patriotas puedan sumarse y dar la batalla cultural en defensa de España y de sus valores tradicionales”. Coinciden, por lo tanto, con los postulados de Vox y defienden sus ideas en el ámbito universitario. Entre los principios de la plataforma está la defensa de “las raíces cristianas de Europa ante los constantes ataques a la libertad religiosa”, de “la patria, sus símbolos y tradiciones” y de “la vida frente a la cultura de la muerte”. Antes 711 era una tienda online que vendía “merchandising patriota”. El nombre, según explica Jesús de Blas, el portavoz de la plataforma, hace referencia a “ese fatídico año de la invasión de la Península Ibérica por parte del Islam”.
En abril de este año la plataforma intentó organizar una presentación oficial en la Universidad Complutense de Madrid, pero el Decanato no autorizó el acto por “promover la incitación al odio”. Aún así, la plataforma organizó una marcha con el objetivo de entrar en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Complutense. A la marcha acudió Javier Ortega Smith, entonces secretario general de Vox y concejal en el Ayuntamiento de Madrid. El partido llegó, incluso, a recurrir la decisión de la Complutense. La plataforma 711 utiliza, además, un lema que Vox exprimió ya en la campaña de 2019, llamando a la “reconquista” y fomentando el odio hacia el extranjero. “El único partido que ha apostado por defender este proyecto ha sido Vox, las cosas como son. Vox nos apoya claramente”, explicó en abril Jesús de Blas.
Los jóvenes y el ámbito universitario son clave para Vox porque el partido necesita sus votos. Es algo que ya ha pasado, según explica Felipe G. Santos, en Hungría o en Francia. “En Budapest, el sindicato estudiantil mayoritario es un sindicato que está asociado al partido de ultraderecha. Y está también el ejemplo de Marion Maréchal, la sobrina de Le Pen que ha creado su instituto de educación en Lyan y lo ha expandido a Madrid a través del ISSEP”, cuenta.
Los Tercios Cívicos, otra de las asociaciones que participaron en Viva22, tiene, también, vínculos con Vox. Basta con echar un ojo a las redes sociales de la asociación porque prácticamente toda su actividad gira en torno al partido de ultraderecha. La asociación participa en actos del partido, como un homenaje a la bandera en Pozuelo de Alarcón y Vox, a su vez, participa en actos de la asociación, como una conferencia sobre la Guardia Civil a la que acudió la diputada Inés Cañizares.
Su presidente, Javier Tejedor García, fue, además, apoderado de Vox en las elecciones de 2019 y ha escrito artículos de opinión para El Toro TV, uno de los satélites mediáticos de la ultraderecha. En uno de los artículos, Tejedor reconoce que es votante de Vox. En la página web de la asociación apenas hay información, solo la opción de apuntarse a un formulario al que se han apuntado 86 personas, y un texto en el que describen a la sociedad española en una “gran crisis de valores tradicionales”.
Mención aparte merece, además, el sindicato Solidaridad, “un sindicato nacional en defensa de nuestros trabajadores frente al callejón sin salida de la inmigración ilegal masiva”, según su manifiesto. En los estatutos del sindicato, Solidaridad se define como “independiente”, pero su secretario general, Rodrigo Alonso, es el portavoz adjunto de Vox en Andalucía y, además, fue el propio Santiago Abascal el que anunció la creación del sindicato. Aún así, Vox se define habitualmente como el “único partido que quiere acabar con los chiringuitos”. Ni Vox, ni las asociaciones mencionadas, a excepción de Mi Barrio Seguro, han respondido a la consulta de la Cadena SER.
Sara Selva Ortiz
Redactora de la sección de Nacional. Antes trabajó en el equipo de Hoy por Hoy, en Economía, en Informativos...