Paco Bezerra estrena su obra pese a las dificultades "para denunciar este atentado contra la libertad de expresión"
El dramaturgo presencia la lectura dramatizada de su obra retirada de los Teatros del Canal, 'Muero porque no muero', con Aitana Sánchez-Gijón, Nathalie Poza, Ana Belén, Gloria Muñoz y Julieta Serrano
Paco Bezerra: "Estas actrices son unas valientes y guerreras, poniendo cara y voz para denunciar este atentado contra la libertad de expresión"
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Tres días antes de que se hiciera pública la programación de los Teatros del Canal, Paco Bezerra recibió una llamada de Blanca Li, directora artística de esta institución que depende de la Comunidad de Madrid. Se retiraba su obra de la programación por motivos económicos. Según la programadora era la más cara y tenía que hacer ajustes. Bezerra denunció el caso y habló de censura, puesto que los motivos económicos no eran suficientes para una obra que había recibido una subvención de Europa y que solo costaba 5.000 euros.
Después de eso, diputados de Vox en la Asamblea felicitaron al gobierno regional por haber quitado esa obra. Muero porque no muero (La vida doble de Teresa) era un monólogo que iba a estar protagonizado por Belén Cuesta y que contaba qué Madrid se encontraría la santa si volviera a la vida en 2022. Un Madrid con mujeres indocumentadas, con adicción a la heroína y con una utilización de su imagen por parte de la Iglesia que, según el texto, no gustaría a Teresa, una mujer que puso en jaque a la institución y que tuvo ideas adelantadas a su época.
Después de otra polémica con el Festival EÑE, que cambió en el último momento la sede de un encuentro entre varios autores donde se encontraba el propio Bezerra, de una biblioteca pública, dependiente del gobierno regional, a una librería privada, Bezerra compareció en la Asamblea de Madrid, donde trató de demostrar que ha sido víctima de un caso de intromisión y censura política.
Mientras, este martes, los que estén en Madrid podrán conocer el texto gracias a una lectura dramatizada que acoge la Fundación SGAE. El texto fue ganador del XXX Premio Sgae de Teatro Jardiel Poncela 2021, donde el jurado destacó la capacidad sorpresiva del monólogo, así como una narrativa llena de libertad y un planteamiento arriesgado, original e imaginativo. Esa lectura dramatizada será leída por cuatro actrices que se comprometieron con el dramaturgo: Julieta Serrano, Aitana Sánchez Gijón, Ana Belén, Gloria Muñoz y Nathalie Poza.
¿Ha habido censura?, ¿qué es lo que ha pasado? ¿Por qué no se ha representado la obra en los Teatros del Canal?
Marta Rivera de la Cruz repite como un papagayo eso que le han dicho que tiene que repetir: "No se ha podido retirar de la programación porque nunca estuvo en la programación". Y dice que claro, que hasta que no pasa el filtro de ellos, de los políticos, pues no se puede considerar que está programado. Pero eso es censura, que no lo digo yo, lo está diciendo ella, porque está reconiciendo que los políticos deciden lo que entra en una programación y lo que no. Ella está diciendo que por encima del criterio de la directora artística, ellos, en un comité privado, en un consejo sin la presencia de la directora artística, deciden lo que entra y lo que no. Y yo, desde los tiempos de Franco, no he oído decir nunca que un político es el que decide sobre la programación. Y si mi obra no estaba programada, ¿tampoco estaba programada ninguna de las otras que terminaron en la temporada? En el teatro todos sabemos que cuando sale la programación de una temporada publicada, nadie ha firmado el contrato. De hecho, los actores suelen tener el contrato semanas antes de que empiece la función. Creo que hay que saber de lo que se habla como consejera de Cultura.
¿Qué te dice exactamente la directora artística de los Teatros del Canal, Blanca Li? ¿Cómo es esa comunicación?
Yo no sé si nos miente o no nos miente Blanca Li. No lo sé. Cuando se cae a tres días de hacerse público, nos llama diciendo que se ha caído, porque le han hecho un recorte presupuestario de ultimísima hora, tres días antes, algo que no se hace nunca, porque el recorte presupuestario ya se le había hecho hacía seis meses, cuando le dan menos dinero que la vez anterior para hacer su trabajo. Tenemos miles de e-mails donde ellos se comprometen a poner el dinero. Además, me piden vídeos para que estén listos para la presentación y además, tenemos una ayuda de Europa con la que la función les sale completamente gratis, sólo tienen que aportar 5.000 euros. Con todo y con eso, nos dice que la tienen que echar abajo porque había un recorte presupuestario y la nuestra, al ser la más cara, pues la han tenido que quitar. No es cierto que sea la más cara, porque la obra costaba 50.000 euros, pero con las ayudas, al final solo les costaba, como digo, 5.000. Le digo que es la más barata y ella me responde que tampoco entiende muy bien, pero que me han hecho un recorte y es así. Pero me promete que se programará en la siguiente temporada. Y ahí se queda la cosa.
¿Y en la siguiente temporada tampoco hay programación?
El caso es que al mes siguiente, cuando la llamo para preguntarle por los datos de la reubicación prometida, me dice que no puede cumplir con su palabra porque no puede reprogramar ni en la siguiente ni en ninguna de las temporadas, porque sus jefes no se lo permiten. Porque no quieren. Le pregunto por qué. Insiste en que de nuevo es una cuestión económica, pero es imposible porque todavía no hay presupuesto del siguiente año. Y se queda callada. Yo le digo si es que a lo mejor lo que hay es una cuestión ideológica que no me puede reconocer, algo que sí tendría sentido, porque por una cuestión económica no tiene lógica. Es entonces cuando me dice que, si quiero, que los llame, que llame a sus jefes. Yo llevo estrenando en Madrid diez años y nunca he tenido que hablar con ningún político, ni para estrenar, ni para nada. Yo hablo con los directores artísticos de los teatros, pero yo no hablo con políticos. Ella es la que tiene que dar explicaciones como directora artística de los Teatros del Canal.
Pero sí hablas con un asistente del teatro.
Sí, es cierto. Me he saltado este paso. Hablo con quien había hablado, que era el asistente de dirección. Me dice que están todos avergonzado dentro del teatro porque saben que lo que están haciendo es muy dañino para mí y que parece que la programación está intervenida por Vox.
Después de eso sucede el cambio de programación del Festival Eñe, donde ibas a presentar el texto de la misma obra. Lo ibas a presentar en una biblioteca pública, dependiente de la Comunidad de Madrid, pero finalmente cambian la ubicación a una librería privada, ¿qué pasó ahí?
Pues lo mismo. En agosto me llama mi editor diciéndome que le han llamado del Festival Eñe, que hay una cosa que van a hacer el espacio de una biblioteca y que ha elegido a un autor de la editorial La uña rota y que seríamos diez autores. Cuando ya se acerca la fecha, les mandamos el título de la conferencia, Crónica de una polémica inesperada, porque queríamos hablar de lo que había pasado con la obra de teatro. Nos llaman y nos piden que cambiemos la palabra polémica, porque no querían polémicas. Aceptamos y ponemos el título de Estreno porque no estreno. Nos vuelven a llamar y nos dicen que de los diez autores, yo cambio de sitio, soy el único al que mueven a una librería. Me explican que voy a estar mejor allí, que va a haber más tiempo y que estaré más libre que en una biblioteca de la Comunidad de Madrid. Si había ya alguna duda sobre el caso de censura de los Teatros del Canal, pues esto lo evidencia porque me dicen que podrá estar en el Festival EÑE en todos los sitios que quiera, menos en la biblioteca, que depende de la Comunidad de Madrid. No decimos que haya una una presión por parte de la Comunidad. Puede haber una autocensura también del propio festival.
Tú has estrenado siempre en Madrid sin problema, ¿Qué ha cambiado? ¿Es la entrada de VOX, que ha llegado a felicitar al gobierno regional por quitar la obra, lo que ha hecho que no te programen? ¿Por qué molesta tanto Muero porque no muero y no otras obras también muy atrevidas que se han programado en estos años?
Bueno, atrevidas, por lo que dijo Blanca Li, que hay gente que se ha quedado desnuda enseñando el pito en los Teatros de Canal, ¿eso que tiene que ver con lo ideológico? Lo que tiene esta obra es que rescata a Santa Teresa del secuestro fascista en el que lleva sumida muchos siglos y tiene que ver con los relatos sobre sobre España y tiene que ver con una venganza que se ha hecho del fascismo hacia Santa Teresa, que la han convertido en todo lo contrario a lo que fue. Por eso, cuando ella vuelve a la vida -en la obra- y ve que la mano que hizo voto de pobreza y se comía el pan más duro de todo el convento para dar ejemplo a las demás, hoy esa mano que hizo voto de pobreza está engalanada de joyas, oro y piedras preciosas, pues ella pone el grito en el cielo. También ve que la han convertido en santa de la raza cristiana, cuando su abuelo era judío converso. Y también descubre que ella, que dijo antes muerta que casada con un hombre porque el matrimonio atenta con la vida de las mujeres, descubre que Primo de Rivera crea la Sección Femenina y la convierte en su patrona, que es un sitio para enseñar a la mujer a ser buenas esposas, todo lo contrario de lo que ella quería. Y así con todo. Esto es una venganza. Es que ella fue un grano en el culo para la Iglesia y cuando viene aquí, ve las casas okupa de mujeres, algo que hizo ella ya hace 500 años con los conventos de clausura de mujeres, para que los hombres no pudieran poner un pie ahí dentro para huir de la del heteropatriarcado.
Entonces se da cuenta de que se han apoderado de su relato. No sólo su cuerpo lo descuartizaron, sino que también su relato lo han descuartizado. En cualquier caso, a esto no llegan los de Vox a entenderlo porque no han leído la obra. Lo que han leído es el la sinopsis que dice que se pinchará heroína, que acabará enganchada al alcohol y la prostitución. Entonces piensan que yo soy un rojo, quemaiglesias, que estoy denigrando a Santa Teresa cuando yo respeto más Santa Teresa que ellos. Que por lo menos me la he leído.
Lo que habla la obra es que si llegara una mujer como Santa Teresa de nuevo al Madrid de hoy, si vuelve, sería una mujer indocumentada. Tendría que vivir como una mujer sin papeles en el Madrid de hoy y eso la llevaría a la indigencia, lo primero, y a vivir entre cartones con los indigentes de la Plaza Mayor. La indigencia la lleva al vino de tetrabrik de Don Simón. Y de ahí prueba la heroína. Y de la heroína se engancha y acaba en la prostitución para pagarse la heroína. Pero, si es una crítica, no es a Santa Teresa, sino la sociedad que tenemos. Esto es ficción, pero ¿qué saben ellos de lo que es la ficción?
La obra va a leerse con cuatro actrices, Aitana Sánchez-Gijón, Ana Belén, Nathalie Poza, Julieta Serrano y Gloria Muñoz, que van a poner voz a esta obra vetada. Será en la Sala Berlanga en Madrid, ¿qué significa este acto?
Esto iba a ocurrir de todas maneras, aunque no hubiese pasado todo este contubernio, porque esto es una parte del Premio Jardiel Poncela que me dieron hace ya un año, después de que Blanca Li se comprometiera a programarlo. Yo había ganado un premio literario de la SGAE, de la fundación del Premio Jardiel Poncela y me dieron la aportación económica del premio para la publicación del libro, que salió hace tres semanas, y la lectura dramatizada que era en noviembre. Lo que ha cambiado es que ahora esa lectura viene a caer en este momento. Las actrices que hagan esa lectura pues se iban a posicionar por leer un texto. Y ahí es donde yo empiezo a pensar cómo hacemos esto ahora. Llamé primero Julieta Serrano. Y a partir de Julieta Serrano empiezo a llamar a las demás actrices. Julieta es la única que se lo leyó y me dijo que sí. Las demás, la verdad que las honra mucho, porque por encima de lo artístico lo han hecho por una cuestión social y de compromiso. Porque tanto Ana Belén como Aitana Sánchez Gijón, como Gloria Muñoz, como Nathalie Poza, ninguna se lo leyó. A la primera llamada me dijeron que lo hacían, llevaban tiempo siguiendo el caso, que les parecía indignante, que no podían permitir que sucediese algo así y que ellas querían poner la cara y la voz y su nombre para denunciar este atentado contra la libertad de expresión que estaba sucediendo en nuestro país. Ellas, como integrantes del tejido cultural, se veían responsables. Les daba igual el texto. Eso las honra y las pone en un sitio muy importante en mi corazón, por supuesto, y también lo que pienso de ellas desde el punto de vista de la integridad, de lo que supone ser un ciudadano consecuente con con su oficio y con la ciudad en la que viven. Son unas valientes, unas guerreras y se merecen un aplauso grande, la verdad.
¿A la obra con Belén Cuesta has renunciado?
No, lo que pasó es que al principio se le propuso a Belén Cuesta, porque era extraño que no estuviese la actriz de la obra en la lectura, pero estaba rodando en Almería. Es cuando empiezo a pensar otro reparto. Hablo con Julieta, pero de repente digo pienso que es un reto demasiado gordo para Julieta, que no esté arropada en el escenario y me lié la manta a la cabeza y salió bien. Nunca, nunca, nunca voy a tener un reparto como este en toda mi vida, de cinco actrices de esta talla, porque son cinco de la mejores actrices, por no decir las mejores actrices que hay en este país. Sobre si podremos ver la obra... Yo no tengo ni idea, eso no te lo puedo decir yo, porque yo no soy productor, ni soy director, ni soy actor. Yo escribo. Entonces eso que pregúntaselo a los productores, a los teatros, a las unidades de producción y a otro tipo de gente. Ojalá. No sé si esto es el principio del fin o el fin del principio. O en qué momento está todo.
¿Estás muy dolido?
Me ha hecho mella porque es muy cruel lo que han hecho, a sabiendas de que era dañino para mí y vergonzoso para ellos, han seguido adelante y han sido cuatro meses que me han dejado derrumbado en la cuneta, porque reconocieron hace cuatro meses que era dañino para mí. Ahora soy un enemigo porque estoy protestando y estoy poniendo en peligro su su lugar. Económico, social y todo. Y ahora el relato de ellos es todo, el todo lo contrario. Si hace cuatro meses y pico reconocieron que era dañino y han seguido hacia adelante, pues eso es hacerlo aposta. Yo creía que su conciencia no les iba a dejar dormir, dado que habían reconocido que estaban haciendo algo dañino para mí.