Jóvenes, os espera lo peor

Madrid

Me pregunto de qué sirven estos discursos que fomentan el desánimo entre la juventud. ¿Qué utilidad tiene repetir sin cesar que van a vivir peor que sus padres o que no tienen futuro? Yo creía que el destino y la visión fatalista de la vida eran propias de otras culturas pero parece ser que aquí también creemos que todo está escrito y no hay nada que hacer.

En realidad este mantra es falso: comparen las condiciones en las que viven los jóvenes de hoy con las de otras épocas. ¿De verdad que son peores que las que tuvimos en los ochenta? Puede que algunos crecieran entre algodones pero yo recuerdo las paredes de unos bajos supurando humedad, mi madre sepultándonos bajo montañas de mantas porque no había calefacción, sus manos casi en carne viva por lavar la ropa con agua helada.

La EGB acababa a los 14 y luego a trabajar o, como mucho, a la FP para llegar pronto al mundo laboral. Convivíamos con los estragos que hacía la heroína en algunos de nuestros vecinos, la única fuente de información era la biblioteca municipal, el entretenimiento se reducía a pocos canales de televisión y al videoclub de la esquina. No había tutoriales ni acceso a casi todo lo publicado a través de internet. No, no me lo creo, los niños de ahora están mejor cuidados que nunca, los jóvenes tienen muchas más herramientas al alcance de las que tuvimos nosotros. Otra cosa es que vayamos erosionando la confianza en sí mismos con este tipo de discursos derrotistas.