El salto a la dirección de Mario Casas: "Ahora entiendo cuando los directores hablan de sus actores como hijos"
El actor dirige y co-escribe 'Mi soledad tiene alas', una historia personal que recorre sus años de juventud en la periferia de Barcelona. Su hermano Óscar Casas protagoniza, junto con Candela González, este proyecto que bebe del cine quinqui
Madrid
Cuando se estaba acabando el verano, la noticia de la primera película dirigida y coescrita por el actor Mario Casas corrió como la pólvora. El equipo ha rodado en barrios periféricos de la ciudad de Barcelona y ahora, tras tres meses de rodaje, el proyecto llega a su fin en Madrid. 'Mi soledad tiene alas' es una historia personal del propio director quien ha querido contar, desde el primer momento, con su hermano pequeño Óscar Casas. Los hermanos ya trabajaron juntos en la serie de Movistar + 'Instinto' (2019), pero esta vez, es Mario quien escribe el papel que a él le hubiera gustado interpretar con la edad de Óscar. "Entiendo cuando los directores hablan de sus actores como 'hijos', yo lo siento así, me he enamorado de ellos. Óscar me ha llegado. Mira que esto es difícil, pero yo me he llegado a olvidar de Óscar y he visto al personaje", cuenta el director.
Casas se ha inspirado en el cine quinqui de los 80 para crear la atmósfera y apuesta por actores y actrices debutantes. Junto a Óscar Casas, la actriz Candela González y Farid Bechara derrochan 'pureza' y 'verdad' en sus primeros papeles. 'Nostromo Pictures' es la productora que ha creído en el potencial del proyecto. 'Nostromo' suma algunas producciones de películas tan conocidas como 'Palmeras en la nieve' (2015), 'Contratiempo' (2016) o la serie 'Santo' (2022) en Netflix. 'Mi soledad tiene alas' empezó a escribirse en tiempos pandémicos junto a Deborah François, coguionista del largometraje y, después de casi tres años, la primera película de Casas cada vez está más cerca de la gran pantalla.
Hemos estado en el rodaje de 'Mi soledad tiene alas' en Madrid. Mario Casas nos ha hablado de este viaje:
- ¿Quién es Mario Casas y qué hay de él en 'Mi soledad tiene alas'?
¿Quién soy? ¡Qué pregunta! Pues ahora mismo, director. Como persona, no sé ni dónde estoy. Ha sido un proceso muy intenso, llevamos ya bastantes meses. La peli la empezamos a escribir en la pandemia junto a Deborah François, coguionista de la peli, y el mundo se había parado de repente. Tenía la necesidad de hacer algo y conocerme a mí mismo un poco más en esa situación. Y la escritura te da todo eso. Había escrito algunas cosas antes, pero nunca me había atrevido a enseñarlo por vergüenza, por decir: "Oye, lo que estás haciendo es terrible." Y de repente con 'Mi soledad' mandé un tratamiento a 'Nostromo', a Adrián y Nuria, productores de la peli y me dijeron que había una base que funcionaba muy bien y que ya veríamos cómo acababa una primera versión de guión. Al final fue un 'sí' y a la vez yo tenía clarísimo el hecho de que fuera mi hermano Óscar, al que quería dirigir. El núcleo al empezar a escribir el guión fue ése. Era una película de barrio de la periferia de Barcelona y quería construirle a él en toda la escritura. Cuando trabajaba con Deborah, coguionista, era un personaje de 18, 19 años, pero adulto, además de artista graffitero y dibujante. Quería un personaje que me hubiese gustado que a mí me hubiesen dado con su edad, lleno de matices, sensible, con muchas capas... muy interesante para ser un joven que está justo en ese cambio a la madurez. Entonces, bueno, así ha sido hasta el día de hoy, que ahí seguimos en la lucha.
- ¿Cómo estás viviendo la primera vez dirigiendo y no actuando?
Me ha cambiado la vida. Va en serio. Me ha cambiado la vida en lo personal, lógicamente, porque te ves como pez fuera del agua, en un lugar desconocido. He estado un año y pico para encontrar a todos esos actores no profesionales. El único es Óscar y Francisco Boira ('La mala educación'). Y han sido también tres meses de ensayos. Yo pedí con los productores trabajar con los actores, porque quiero que tengan tiempo, quiero que vivan un proceso real, un proceso de improvisación, que sean los personajes. Y en lo profesional, claro, cuando eres actor te encuentras la película masticada. Al final solo tienes que ensayar y crear el personaje, que es mucho trabajo. Pero cuando haces una peli desde la escritura, desde las primeras palabras, han pasado casi tres años. Ha sido un hijo, es decir, he visto los pasos que ha ido dando uno tras otro, todo el trabajo que hay detrás, todo el equipo que lucha para que la peli salga adelante. También desde los productores, desde todo el equipo técnico. Todo esto me ha cambiado la visión de lo que es una película, de lo que es un rodaje, de lo que es el cine.
- 'Mi soledad tiene alas' tiene algo del cine quinqui de los 80, ¿en qué películas te has inspirado?
Hay un tipo de pelis que se hicieron ya hace años y que a mí siempre me han gustado, como 'Deprisa, deprisa'. Hay pelis del cine francés como 'El odio' que a mí me gustan mucho y creo que es estéticamente el tipo de crudeza que buscamos en la peli. Hemos intentado ir más a esos barrios. Pero todo tiene que ver con mi infancia y con una juventud en los barrios más humildes de la periferia de Barcelona donde yo he vivido muchísimos años, donde me he criado, me ha tocado de primera mano. Al final, películas como 'Barrio', 'El Bola', 'Siete Vírgenes'... son películas con las que he crecido y al verlas me he sentido muy identificado, películas que me gusta mucho ver y que enseguida me tocan de alguna manera.
- Este año, sin duda, es uno de los grandes para el cine español, ¿Con qué proyectos te quedas?
Es verdad que se ha hecho mucho cine diferente. Alcarràs es verdad que tiene algo muy muy especial. Entiendo que haya gustado tanto fuera al hablar de una cultura de nuestro país, colocada en el lugar que la que la coloca la 'dire' que me parece interesantísimo. Es verdad que Laia, también, en 'Cinco lobitos' está fantástica. Me parece que aparte de todo este cine más independiente, películas más pequeñas, maravillosas. Me quedo con películas como 'Los renglones torcidos de Dios'. Voy a favor e intento luchar por el cine que nos aporta muchas cosas a la industria y 'Los renglones' es una peli que ha generado dinero y que ha llevado a la gente a las salas. Es verdad que tiene un corte más comercial como el que hace Oriol Paulo, pero me parece fantástico también y que ha enganchado muy bien, ha funcionado. Hay que apoyar a este tipo de cine porque creo que son pelis necesarias que se hacen menos, tal vez, pero, al final muy favorables para la industria, para el cine español y para el público.
- ¿Qué acogida de la película buscas en el público?
Yo espero que el público acoja bien a la peli. Yo he trabajado mucho con los actores, soy actor. Entonces donde más me he sumergido y donde más recorrido tenía yo por mi profesión, porque son muchas pelis, era en la interpretación. Han sido casi dos años desde que empecé a hacer el primer casting a Candela. Ojalá que el público se emocione con el proyecto. La película tiene muchos momentos, mucha sensibilidad y poesía. Tiene verdad en todos los actores no profesionales que son la mayoría, el 98%. Entonces, ojalá el público se sienta identificado con todos ellos. Espero que digan que tiene alma, me he creído a estos chavales. Esa proyección para mí sería preciosa, porque al final ese es mi lugar, la interpretación de los actores. Al final si funciona o no funciona, es una lotería, pero para la gente que la vea, ojalá llegarles un poquito.
- La gran mayoría de tus actores y actrices son debutantes, ¿tiene algo de 'pureza' sus actuaciones?, ¿Qué aporta a la película?
Al final todos son mis hijos. Entiendo cuando los directores hablan de sus actores como 'hijos', yo lo siento así, me he enamorado de ellos. Óscar me ha llegado. Mira que esto es difícil, pero yo me he llegado a olvidar de Óscar y he visto al personaje. Además, físicamente lo hemos cambiado muchísimo pero, sobre todo, la construcción que hace del personaje, tan compleja, con actores no profesionales al lado. Es un viaje muy difícil para él y creo que lo está consiguiendo con creces, me está sorprendiendo cada día, a cada escena. Luego está Candela, que va a dar que hablar. Candela, si ella quiere y lo disfruta, va a trabajar más. No sé lo que pasará en su vida dentro de cinco años, pero creo que es alguien con un talento, con una pureza, con un carisma, con una raza y, sobre todo, es una mujer de hoy en día. Esto es lo que a mí me parecía interesante en la protagonista, que no fuese el actor, en este caso Oscar, que tira de ella. Muchas veces ves esto, el carácter que tiene ella, Candela tiene un poder, una personalidad... y de ahí no la mueves. Tiene muchísimo 'power' y una naturalidad desbordante.
- Ahora que has probado como director, ¿tienes proyectos futuros en este ámbito?
Creo que si es una mala peli sufriría, lógicamente. No te puedo decir, pensándolo y escuchándome en voz alta, a lo mejor lo volvería a intentar, pero ahora estoy viviendo el proceso. Pero si la peli saliese bien, un 5, entonces sí, yo lo intentaría otra vez. Ojalá compaginar ser actor con poder dirigir más pelis, porque me parece que es un sueño. Es completamente diferente a la interpretación y a la vez no, porque te puedo decir que me ha pasado algo muy interesante, que al ser actor y dirigir a los actores desde los ensayos, ya no solo de los tres protagonistas sino a los secundarios, me he convertido en todos los personajes, o sea, es decir, he pasado por todos ellos interpretándolos, me pongo en secuencia. La gente me lo decía en los ensayos: "Tío, interpretas". Es la única manera que tengo de explicar cómo es la escena o por dónde pasa su personaje, necesito ponerme en secuencia, sentirme ellos, y ahí veo el tono o hacia donde están yendo los personajes. Necesito verme ahí, a veces dar una indicación y otras que lógicamente es más fácil de analizar. Es algo que estoy disfrutando. Una pasada. Y agradezco mucho que me hayan dado esta oportunidad.