Zelenski asegura que más de 1.300 prisioneros de guerra ucranianos han sido liberados ya de manos rusas
Los intercambios de prisioneros rusos y ucranianos continúan como práctica recurrente habitual a pesar de las hostilidades
Zelenski asegura que más de 1.300 prisioneros de guerra ucranianos han sido liberados ya de manos rusas
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Madrid
Entre los prisioneros de guerra prorrusos recién liberados esta semana, uno de ellos, un joven que abrazaba a su hija explicaba cómo la participación del Comité Internacional de la Cruz Roja había sido vital para mantenerle en contacto con sus familiares y cerrar su intercambio. Un intercambio, asegura, que ha puesto fin a siete largos meses de cautiverio. Cómo él, otros tantos han sido recibidos en la región separatista prorrusa de Donetsk, autoproclamada independiente, durante las últimas semanas. A la escena se han sumado allegados con ramos de flores y abrazos entre canciones notablemente emotivas.
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También al otro lado del conflicto, en la Ucrania de Zelenski, se han vivido estas mismas escenas entre vítores y muestras de cariño de familiares y compañeros de frente. Desde que comenzara la invasión de Ucrania esta escena la han vivido cerca de 2.500 personas. Zelenski ha asegurado en uno de sus habituales discursos a la nación que más de 1300 prisioneros de guerra han sido liberados de manos rusas en los más de 10 meses de conflicto y que estas liberaciones continuarán.
A pesar de todo, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski denunciaba hace solo unas semanas ante las potencias del G20 en la conferencia internacional de Bali, que la Cruz Roja Internacional no estaba haciendo todo lo posible por encontrar a los prisioneros de guerra ucranianos o a los ucranianos adultos y niños deportados a suelo ruso. El catedrático de Ciencia Política en la Universitat de Barcelona e investigador senior del CIDOB Pere Vilanova explica “que si las dos partes de conflicto no aceptan a Cruz Roja como mediador, no hay nada que hacer ni hablar”. Por eso, aunque el director del Comité Internacional de la Cruz Roja niegue esa inactividad y haya asegurado esta misma semana que su organización quiere jugar el histórico rol de mediador en el conflicto, no podrá hacerlo hasta que el Kremlin acepte oficialmente esa participación. La Cruz Roja ha sido el actor predilecto en la mayor parte de los conflictos armados en todo el mundo desde la Primera Guerra Mundial.
Precisamente por esta falta del mediador más experimentado, los intercambios de prisioneros se estarían dando mediante contactos directos entre Rusia y Ucrania. Unos intercambios que se producen en zonas como las que explica el catedrático en Ciencias Políticas: “Lo normal es designar un punto en el frente de batalla, y como en teoría hay garantías de alto el fuego durante unas horas se acuerda que lleguen camiones y autobuses para llevar a cabo ese intercambio de prisioneros de guerra”.
Pero Alba Leiva, analista de El Orden Mundial explica que a veces estos intercambios necesitan la mediación de terceros e incluso enviar a los prisioneros a ese tercer país considerado territorio neutral: “Enviar a soldados apresados a un tercer país es una práctica habitual en todas las guerras”. De hecho, la analista profundiza en que una práctica muy repetida es el intercambio de prisioneros de guerra heridos por dos sencillas razones: “De este modo evitas gastar recursos médicos que podrían invertirse en tus propias tropas y te aseguras de que no pueden reincorporarse a las filas enemigas.
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De hecho, incluso terceros países como Turquía o Arabia Saudí han participado como mediadores en el conflicto y actualmente son hogar temporal de algunos de ellos. Participar como mediadores, explica Leiva, “refuerza el estatus de estos países árbitro ante la comunidad internacional”. Concretamente, cinco de los soldados del batallón Azov ucraniano que participaron en la impactante resistencia de la acería de Azovstal en la devastada Mariúpol, fueron trasladados desde Rusia hasta Turquía bajo el acuerdo de que no abandonaran el país hasta el final de la invasión rusa. La administración de Recep Tayyip Erdogan les aseguraba su protección dentro del país. Por su parte, el heredero al trono Saudí y primer ministro Mohammed Bin Salmán ha participado personalmente en la liberación de 10 prisioneros de guerra que llegaron a Riad en avión desde suelo ruso. Si bien sus motivos no están demasiado claros, analistas internacionales apuntan a un intento de lavado de cara del futuro monarca saudí tras el atroz asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi en la embajada saudí en Turquía en 2018.