La idea de Luis Enrique quiere su billete a cuartos ante la revelación del Mundial

Llega el punto crítico del Mundial. Selecciones como Australia, Estados Unidos, Senegal, Polonia, Corea e incluso Japón —verdugo de España en la fase de grupos— ya lo saben. Si pierdes te vas a casa. La España de Luis Enrique, Pedri, Morata y compañía es consciente de ello y buscará coger su billete a cuartos de final de Qatar y confirmar su favoritismo que obtuvo con el contundente 7-0 a Costa Rica. Todo ello ante la revelación Marruecos en un duelo, dirigido por el argentino Fernando Rapallini, en el Education City Stadium y que se podrá seguir en «Carrusel Mundial» con Dani Garrido y todo el equipo. El auge español fue decreciendo tras una mejorable segunda parte ante Alemania que acabó en un empate a un tanto y la derrota final ante el combinado nipón. Un susto que no evita que los de «Lucho» cambien su idea. «El fútbol es un juego de errores y los jugadores se equivocan pero lo que a mí me obsesiona es que sigan mi idea», explicó en rueda de prensa. Enfrente estará la revelación Marruecos que pasó como primera en un grupo donde estaban dos favoritas, Croacia y Bélgica. A los de Modric les rascaron un punto y a los de Hazard, Courtois y De Bruyne le endosaron un 2-0 que les noqueó en este Mundial. Los marroquíes tienen fortaleza como bloque, verticalidad y pegada que pueden poner en apuros a la zaga española donde volverán Rodri y Laporte, centrales más solventes en este campeonato, con Azpilicueta (que está tocado y le podría sustituir Carvajal) y Jordi Alba en las bandas. Para parar a una de las generaciones más técnicas del fútbol africano, Pedri, Gavi y Busquets buscarán dominar la pelota como han hecho hasta ahora, salvo en esos diez minutos que, según Luis Enrique, Japón nos superó. «Entiendo que es algo lógico y volverá a pasar, no tenemos la piedra filosofal y no solo jugamos nosotros. Los rivales también juegan y estamos convencidos de que tenemos una gran oportunidad para lograr un gran resultado y pasar de fase. Es el objetivo», continuó el seleccionador este pasado lunes en una tensa comparecencia. De esta manera, España encara su primera gran eliminatoria con una de las selecciones más jóvenes de nuestra historia y con las ideas más claras, las de Luis Enrique. Un entrenador que se ha erigido líder del grupo para ser el parapeto de la presión social de un grupo que ya llegó a semifinales de la pasada Eurocopa (eliminada ante la campeona Italia en los penaltis) y que posteriormente, una parte de ellos, se colgaron la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio. Entre medias, semifinalistas de la novedosa Nations League. Siempre con la misma premisa, la posesión, una presión axfisiante en la pérdida de balón y gozar de puntería en las pocas ocasiones claras que se generan. Otro equipo, pero un concepto parecido, y renovado. Dani Olmo y Asensio (o Ferran, que perdió protagonismo con el paso de los partidos) les podría acompañar Morata, goleador español con 3 dianas, en la búsqueda del gol que nos mande a cuartos donde nos esperarían Portugal o Suiza. La derrota ante Japón puede activar el gen ganador que lleva dormido desde que levantamos la Eurocopa en Kiev, tras aquellos perfectos seis años. Desde que se proclamase campeona, la selección solo suma siete triunfos en 20 partidos en grandes torneos, esto supone el 35 por ciento, tras vencer a Australia (2014), Irán (2018) y Costa Rica (2022) en las Copas del Mundo, a República Checa y Turquía en la Euro de 2016, y a Eslovaquia y a Croacia, prórroga de por medio, en la de 2020. Enfrente está Marruecos, que en la fase de grupos del Mundial de Rusia consiguió un empate 2-2. De aquellos «Leones del Atlas» quedan algunos mimbres, pero de esa España ya no queda nada. La selección marroquí, dirigida por Walid Regragui, es la gran revelación del Mundial de Qatar y de los pocos equipos invictos. Regresan 36 años después a unos octavos y quieren hacer historia para cambiar su papel de revelación a favorito. Regragui, seleccionador desde hace tres meses, forma un bloque sólido gracias a Sofyan Amrabat, que se ha convertido en la figura sobre lo que todo giro. Sin embargo, a Unai Simón le preocupa mucho más los habilidosos y peligrosos Hakim Ziyech y Sofiane Boufal, junto a un Youssef En-Nesyri que llega en gracia tras sus dos goles en fase de grupos. De por medio, nombres que nos suenan de sobra como Achraf Hakimi del PSG (es duda hasta última hora), el portero sevillista Bono o el defensor del Bayern, Noussair Mazraoui. «Vamos a saltar al césped con mentalidad ganadora. Queremos ganar pero tengo todo el respeto por y para España. Estamos en octavos y se resolverá en detalles. Debemos dejar a un lado la parte emocional y sacar lo mejor de nosotros mismos. Ellos tienen más experiencia, pero esperamos hacer saltar la sorpresa», dijo su entrenador.

La idea de Luis Enrique quiere su billete a cuartos ante la revelación del Mundial

La selección española busca una victoria ante Marruecos para olvidar el susto contra Japón

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