Pacto de rentas, RIP
Los salarios se parten en dos. Algunos sectores -como la distribución o alimentación- aumentan los sueldos incluso por encima de lo que lo hacen los precios consiguiendo sortear la pérdida de poder adquisitivo. Mientras tanto, la mayoría de nóminas se quedan estancadas y los trabajadores se empobrecen. ¿Llegará finalmente un pacto de rentas que evite esta divergencia o ya ha muerto? Lo analizamos con Antonio Pérez, de FETICO; y Eduardo Bandrés, Catedrático de FUNCAS
Pacto de rentas, RIP
18:09
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1670439359853/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
Mientras en algunos sectores los salarios se blindan contra la inflación -en perfumería o en el comercio de Pontevedra, por ejemplo, han pactado subidas de hasta un 15%-, las nóminas bajo convenio se actualizaron un 2,6% hasta octubre. Es decir, la mayoría de los trabajadores se empobrecen al aplicarse una subida que es más de cinco puntos inferior a la de la inflación media de este año.
Esta divergencia en los salarios choca de lleno con la una promesa que no termina de despegar: la del 'Pacto de rentas', que prometía repartir los costes de la inflación entre empresas y trabajadores. "Se nos va a pasar el tiempo hablando del Pacto de rentas sin hacerlo. Llevamos muchos meses con ello, pero los acuerdos salariales ya se están cerrando", señala en Hora 25 de los negocios el Director de Economía Pública de FUNCAS, Eduardo Bandrés.
Un pacto que ya dan por muerto desde la Confederación Sindical Independiente (FETICO): "El pacto de rentas hubiera sido muy necesario para la negociación colectiva y ha sido un fracaso de CEOE y los sindicatos más representativos. Es un fracaso de entendimiento", señala en los micrófonos de la SER su presidente, Antonio Pérez Rodríguez .
El último dato de inflación se situó en noviembre en el 6,8%, aunque cerrará la media anual por encima de esa cifra. "Como sindicato no creemos en un pacto vinculado a IPC porque los salarios no hubieran crecido nada en los años anteriores", aunque en un momento como el actual "hay que indexar la inflación en la negocaciación colectiva", señala Pérez.
La ruptura de los salarios se observa, por ejemplo, en el sector de la distribución, que está engordando nóminas por encima de la inflación consiguiendo que sus empleados capeen la subida de precios. La cadena de didstribución Día ha dado luz verde a un incremento del 12,2% en tres años y otras como El Corte Inglés, Carrefour o Ikea han propuesto un incremento de nóminas de entre el 8 y el 12%.
Suben los márgenes empresariales
"Hay diferencias muy apreciables en la negociación colectiva y en los resultados sobre los márgenes de las empresas. En los sectores menos expuestos a la competencia, como los servicios, los márgenes de beneficio ya están por encima de la situación prepandemia, frente a otros secotres como la industria, donde la capacidad para repercutir costes sobre precios es mucho menor", comenta Bandrés.
Además, otra de las claves reside en las expectativas de inflación, que se desanclaron hace unos meses con el temor de que los precios ya estuviesen descontrolados. "Todo eso determinó que los sectores menos expuestos a la competencia aprovechasen para repercutrir costes e incluso aumentarlos. El comercio y la hostelería, dos de los sectores que más sufrieron con la crisis del COVID, son los que ahora tienen un margen sobre VAB más alto de toda España", concluye el catedrático.