La ya exvicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili no ha acudido a su cita con el juez, ante el que iba a responder por los presuntos sobornos de Qatar a miembros de la Eurocámara. Es la única de los cuatro detenidos que no se ha presentado en el Palacio de Justicia de Bruselas. De los otros tres investigados, dos van a volver a prisión y el tercero puede salir, pero su situación sigue siendo de prisión preventiva. Kaili, que sigue en la cárcel, se presentará el próximo día 22. Su abogado ha pedido tiempo, argumentando que ella se declara inocente y que toda la responsabilidad, en caso de que la hubiera, recae en su marido. Kaili, expresentadora de televisión de 44 años y diputada europea desde 2007, es una de las cuatro personas a las que se les ha decretado prisión preventiva bajo la acusación de presunta participación en organización criminal, blanqueo de capitales y corrupción en relación con un país árabe. En la operación, que arrancó el pasado viernes tras varios meses de investigaciones, la policía belga encontró más de un millón y medio de euros en efectivo en los domicilios de Kaili y del exeurodiputado italiano socialdemócrata Pier Antonio Panzeri, también presuntamente implicado en la trama. En el marco de esa redada, que afecta también a Francesco Giorgi, compañero sentimental y asistente parlamentario de Kali, los agentes detuvieron saliendo de un hotel en Bruselas con bolsas de dinero en efectivo al padre de la política griega. Por todo ello, las autoridades belgas consideraron que la eurodiputada se encontraba cometiendo un delito «flagrante», lo que ha permitido la intervención policial pese a gozar de inmunidad parlamentaria. Kaili, por su parte, se ha declarado inocente a través de uno de sus abogados en Grecia, Mijalis Dimitrakópulos. «Ella no tiene nada que ver con la financiación de Catar, nada, explícita e inequívocamente. Esa es su posición», dijo este martes el letrado en declaraciones a la cadena de televisión griega OPEN. También el martes, el pleno del Parlamento Europeo votó -625 votos a favor, 1 en contra y 2 abstenciones- a favor de retirarle el cargo de vicepresidenta a Kaili, diputada europea desde 2007 y vicepresidenta desde 2019. De momento, la política helena mantiene su acta de europarlamentaria, pues solo Grecia puede retirársela. En paralelo, la Autoridad contra el Blanqueo de Capitales de Grecia ordenó este lunes el embargo de los bienes (inmuebles, cuentas bancarias, empresas) de Kaili y sus familiares cercanos en el país, con la justificación de que es posible que provengan de actividades ilícitas. Catar, país que en estas fechas organiza el Mundial de Fútbol, ha transmitido, por su parte, una declaración oficial en la que desmiente «categóricamente» las acusaciones de «mala conducta». Por su parte, tanto los diarios alemanes Politico y Der Siegel como la ex eurodiputada socialista portuguesa, Ana Gomes, han señalado que Marruecos sería otros de los países involucrados en esta trama de corrupción. Politico ha tenido acceso a la orden de extradición emitida contra el ex eurodpitado Pier Antonio Panzeri, en la que se le acusa de apoyarse en sus antiguos colegas en el Parlamento Europeo para beneficiar tanto a Catar como a Marruecos. Tanto su mujer, María Dolores Colleoni, como su hija, Silvia Panzeri, «parecen estar plenamente al tanto de las actividades», dice, «e incluso participar en el transporte de los obsequios». Y el hombre que estaría detrás de los regalos es, presuntamente, Abderrahim Atmoun, embajador de Marruecos en Polonia, según el documento. Cuando hace referencia a Colleoni, el medio señala que «había mirado los precios de un viaje familiar durante las vacaciones de Navidad» y «le dijo que no podía permitirse gastar 100.000 euros para las vacaciones, como el año pasado, y pensó que la propuesta actual, es decir, 9.000 euros por persona solo para el alojamiento, era demasiado cara». En relación a los regalos del embajador marroquí, el documento indica que «los delitos se mencionan en la transcripción de las escuchas telefónicas, durante las cuales la señora Panzeri hizo comentarios sobre la entrega de los regalos de los que aparentemente se benefició». Así, madre e hija están acusadas de participar en organización criminal, corrupción y blanqueo del producto de delito, con una condena de hasta cinco años de prisión.