La emancipación de los jóvenes se estanca y sigue por debajo de los niveles prepandemia
Sólo el 15,9% de los jóvenes entre 16 y 29 años está emancipado en España, la mitad que la media europea
Los jóvenes valencianos siguen viviendo con sus padres / Cadena Ser
Madrid
No mejoran las posibilidades de los más jóvenes para poder irse de casa de sus padres. Sólo el 15,9% de los jóvenes entre 16 y 29 años está emancipado en España, según el último Observatorio de la Emancipación que elabora el Consejo de la Juventud de España, en esta ocasión, con datos del primer semestre de 2022. Son tres décimas más que en el último informe y supone que aún no se han recuperado los niveles de antes de la pandemia cuando eran casi el 19%. La tasa en España es menos de la mitad de la media europea donde el 32% de los jóvenes ya no vive con sus padres.
"Tenemos unos salarios medios de unos 12.000 euros que provocan que en la actualidad tengamos que destinar casi un 85% de salario para poder emanciparnos en solitario y casi un 30% si queremos hacerlo compartiendo piso. Más de un tercio del salario ya se considera sobreendeudamiento", explica Antonio Báez, vicepresidente del Consejo como una de las razones que impiden a los jóvenes vivir de forma independiente. La subida de los alquileres - más de un 4% en el último año o de la compra, más de un 5% - y el incremento también del precio de los suministros - la luz, el agua...se han incrementado un 14% en el último año - también lo ponen difícil.
La "maldición" de ser joven
El consejo cifra en su informe en más de un 22% la pérdida de poder adquisitivo de los jóvenes desde 2008 por la subida de la inflación a pesar de la subida del salario mínimo interprofesional. "Podemos observar como con el paso de los años ser una persona joven en España se ha convertido en una «maldición», una patología de la que nos recuperamos cuando dejamos de ser jóvenes", llega a señalar el texto del observatorio.
El documento incide también en que uno de cada tres jóvenes se encontraba en situación de riesgo de pobreza o exclusión social y casi uno de cada cuatro con trabajo estaba en situación de riesgo de pobreza o exclusión social en 2021, lo que mantiene a la juventud como el segundo colectivo de edad con mayor riesgo de pobreza tras la infancia. La presidente del Consejo, Andrea González Henry, cree que “la situación de la juventud es especialmente grave, pues no consigue empleos de calidad con salarios dignos y, a la vez, se queda fuera de importantísimas prestaciones sociales que paliarían su situación, como es el Ingreso Mínimo Vital, que es especialmente duro con la juventud, pues exige requisitos mayores que al resto de la población a pesar de su peor situación económica”.
El informe analiza en su capitulo de empleo los efectos e la reforma laboral que ha conseguido reducir la temporalidad también entre los jóvenes: "la temporalidad ha dado un vuelco (se ha pasado de un 52,80 % antes de la reforma laboral al 47,2% a finales de junio de 2022) el incremento en la contratación indefinida se ha dado especialmente en los indefinidos a tiempo parcial y en los fijos-discontinuos". Si bien advierte de que este tipo de contratos - fijos discontinuos - hayan supuesto mejoras salariales "estas personas jóvenes no ven su situación mejorada frente al contrato temporal, pero sí ganan poder de negociación al buscar un nuevo empleo y mejora su situación mental ante dicha búsqueda (pues ya cuentan con un empleo)".
Suben los sisis, jóvenes que estudian y trabajan
Hay una relación directa entre el nivel educativo y el empleo "la tasa de paro de aquellos que solo cuentan con estudios primarios es del 34,80 % frente a la de quiénes ya han finalizado los estudios superiores, que es dos tercios inferior (11,80 %)" y el informe destaca además el incremento de los sisis, aquellas personas jóvenes que compaginaban estudios con un trabajo y que son lo contrario a los ninis que ni estudian ni trabajan, su número aumentó más de un 13% en el último año y ponen más de un tercio de la juventud ocupada. El vicepresidente Antonio Báez cree que s un dato que hay que analizar con calma. "En muchos casos son personas jóvenes que se han visto abocadas a tener que estudiar y trabajar porque la situación en casa se ha puesto difícil para poder pagar un alquiler o los suministros".
El Consejo pide "medidas urgentes" que ayuden a los jóvenes como la reforma del ingreso mínimo vital, del bono de alquiler o el desbloqueo de la ley de vivienda.
