La Policía contará con una herramienta de reconocimiento facial que facilitará la identificación de los delincuentes

Madrid

La historia de la crónica negra española no tiene, afortunadamente, muchos asesinos en serie. La excepción que confirma la regla es Nikolay. Así se llamaba el hombre que asesinó a dos personas en Alicante en 2020. Sus víctimas eran elegidas al azar, sin tener nexo entre sí y fueron asesinadas de formas diferentes. Nikolay intentó un tercer asesinato que acabó fracasando. Después, se subió en un avión y se marchó a su Rusia natal. Allí volvió a atacar y mató de nuevo.

La falta de relación entre las víctimas llevaba a la investigación a callejones sin salida. Tras dos años en los que parecía que el caso estaba en punto muerto, los agentes decidieron hacer públicas las imágenes del principal sospechoso. Los cuerpos de seguridad contaban con imágenes bastante nítidas de su cara, pero desconocían el nombre del asesino.

La detención de Nikolay

Cuando se hicieron públicas las imágenes, hubo llamadas que le identificaron y esto dio a los investigadores una llave más para desentrañar este interrogante. Con un nombre para ese rostro, los investigadores contactaron con Interpol, que confirmó a mediados de 2022 que el sospechoso había aterrizado en Rusia y había matado a otra persona. Nikolay había sido ingresado en un hospital psiquiátrico, donde permanece en la actualidad.

Las imágenes fueron clave para dar con Nikolay. En breve está previsto que se ponga en marcha una herramienta que posibilite comparar esas imágenes con alguna base de datos ya existente. Se llamará ABIS y, a grandes rasgos, esta nueva herramienta coteja la imagen introducida por los agentes con las fotografías disponibles en el sistema.

ABIS, una herramienta de identificación facial

Sergio Castro, inspector de la Sección de Antropología Forense de la Comisaría General de Policía Científica de Madrid, ha explicado en Rojo Oscuro casi Negro en qué consiste este nuevo instrumento de investigación.

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Castro explica que ABIS está orientada a facilitar el reconocimiento de una persona que ha cometido un hecho delictivo, poner un nombre a esa imagen. Estas imágenes se comparan con las de personas que tengan reseña policial. La idea es que este servicio cumpla una función similar a la del sistema automático de identificación dactilar.

Esta herramienta no da una identificación como tal, lo que hace es ayudar a buscar un "candidato potencial". Esto facilita abrir líneas de investigación y buscar otras pruebas para verificar si la personas culpable del delito es esa. "Este instrumento ordena los rostros del más parecido al menos parecido", cuenta. Castro asegura que lo realmente importante en la investigación seguirá siendo la verificación del candidato y el proceso judicial posterior.

ABIS puede ayudar, potencialmente, a reconocer fallecidos en accidentes o catástrofes. Sin embargo, el inspector cuenta que no está previsto este uso porque, de momento, solo reconoce a personas con antecedentes judiciales y supondría una gran limitación

La aplicación de sistemas automáticos de reconocimiento facial en labores policiales está abriéndose paso en Europa, donde varios países, como Francia, Holanda o Alemania han realizado pruebas piloto o ya cuentan con herramientas en uso. Esta tecnología se empezará a usar a principios del año que viene en las fronteras de la UE para registrar solo a los ciudadanos no comunitarios que entren en territorio comunitario.