Terror a la iraní

Madrid

Nos siguen llegando noticias terribles desde Irán. La represión del régimen no conoce límites y a la detención y tortura de manifestantes, incluidos menores, se le suman ahora ejecuciones que tienen mucho de sumarias. Juicios rápidos y sentencias a muerte por salir a la calle en contra de un sistema liberticida capaz de acabar con la vida de sus ciudadanos más jóvenes. La periodista Masih Alinejad, activista exiliada y amenazada de muerte, sube a su cuenta de Instagram el día a día de esta absurda barbarie. No hace falta entender farsi para conmoverse con las palabras y sollozos del padre de Mohammad Medi Karami, un kurdo de 22 años condenado a la pena capital por ser “enemigo de Dios”. Y fue profundamente universal el grito de la madre de Mohsen Shekari después de que la República Islámica matara a su hijo de 23 años. Fue ejecutado sin crimen, sin defensa, escribió la artista Shirin Neshat al compartir las imágenes.

Nada más efectivo para establecer un clima de terror que descargar todo el poder del estado contra inocentes, nada más ejemplificador que los asesinatos dictados por ley. Todo esto ante la impávida mirada de las potencias occidentales, unas potencias cuyos líderes, indiferentes, impotentes o cínicos, volverán a hablarnos de libertad y derechos humanos como si fueran cualquier cosa, como si no se tuviera que pagar un enorme precio por conquistarlos y defenderlos.