Hora 25La contra
Opinión

Un regalo

Yo me pregunto que si su cancionero es inagotable, ¿por qué nos lo hicieron humano a él?

Joan Manuel Serrat es cantautor.

Esperemos que Barcelona haga con Serrat lo mismo que hizo con Don Quijote, que fue devolverle la cordura y permitirnos más de él, regalarnos más de él. Porque Serrat, al fin y al cabo, ha sido siempre eso, un regalo. Un regalo que ha durado toda nuestra vida y que se nos va justamente en Navidad. Podemos decir que los Reyes Magos nos dejarán lo que sea, pero nos van a quitar definitivamente a Serrat. A Serrat sobre el escenario, hay que aclarar. El hombre que ha bautizado más mujeres que Dios, es decir, el hombre al que tantas Lucías y Penélopes del mundo le deben el nombre y también la leyenda. Yo me pregunto que si su cancionero es inagotable, ¿por qué nos lo hicieron humano a él?

Cuatro versos de mi canción favorita: "Crucé por la niñez, imitando a mi hermano, descerrajando el viento y apedreando el sol. Mi madre crió canas pespunteando pijamas. Mi padre se hizo viejo sin mirarse al espejo y mi hermano se fue de casa por primera vez". En esa canción se preguntaba también"¿dónde, dónde está mi niñez? Y yo me niego a preguntar en el futuro, ¿dónde, dónde está mi Serrat? La razón por la que yo recito Antonio Machado a Miguel Hernández sin querer, poniéndole música, que es lo más grande que un artista puede hacer por ti, que hablando le pongas música a aquello que recites o digas. Que le pongas música a todo aquello que vives dándote o sin darte cuenta. Todo eso ya lo cantó Serrat en el pasado. Lo seguirá cantando Serrat gracias a la tecnología, en el futuro, pero ya no nos lo va a cantar Serrat en el presente. De todos modos, gracias. De todos modos estamos aquí. De todos modos, le esperamos para lo que sea.

Un regalo

Manuel Jabois

Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio...