El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha retado a su homólogo ruso, Vladimir Putin, a medirse en un combate en el ring «si es hombre» para ello. El líder ucraniano ha aprovechado una entrevista en la televisión francesa para enviar este desafiante mensaje a Putin, al tiempo que deslizó la posibilidad de que la muerte del mandatario ruso podría poner fin a la guerra en Ucrania. La sorprendente declaración llega después de que en las últimas semanas se conociera que desde el Kremlin habrían ordenado al presidente de la región rusa de Chechenia, Ramzan Kadirov, acabar con la vida del presidente ucraniano. Así, Zelenski ha emplazado a Putin a pelearse «a partir de mañana» en el que sería «la última cumbre del presidente Putin», ha afirmado. Zelenski ha criticado la orden de Putin, diciendo: «Un hombre, si es un hombre de verdad, cuando quiere enviar un mensaje a alguien o si quiere darle una paliza, lo hace sin recurrir a los servicios de un intermediario». De igual forma, el presidente de Ucrania ha puesto sobre la mesa que la hipotética muerte de Putin podría contribuir al fin del conflicto bélico. «Cuando se muere una persona, todas las instituciones se detienen», ha reflexionado. Volodimir Zelenski ha comparado la estrategia militar que desde Moscú despliegan en Ucrania con la que en su día utilizó la Alemania nazi de Adolf Hitler. «Rusia no ha iniciado una nueva forma de guerra. Está haciendo lo que hizo el régimen fascista de Hitler», ha señalado en relación a los bombardeos que la fuerza aérea rusa ejecuta sobre infraestructuras civiles para provocar el pánico de la ciudadanía. Además, las amenazas de de armas nucleares por parte de Rusia evidencia la «debilidad», el «desorden mental» y los «problemas médicos» que, según Zelenski, sufre Vladimir Putin. «Solo los absolutamente enfermos podrían dar ese paso», dijo durante la entrevista. El presidente ucraniano también ha tenido palabras para los más dos millones de ciudadanos ucranianos, muchos de ellos menores, que han sido deportados a Rusia desde que comenzó la guerra el pasado febrero. Ha revelado que de 50.000 a 200.000 niños han abandonado el país invadido, la mayoría en contra de su voluntad. «Son rehenes», ha advertido tajante.