El Constitucional consuma su ataque a la democracia
No es solo un hecho sin precedentes, es un hecho de una gravedad extrema. Los jueces conservadores se han colocado ya, definitivamente, fuera de la ley
El Tribunal Constitucional ha consumado su ataque a la democracia | La firma de Àngels Barceló
El Tribunal Constitucional ha consumado su ataque a la democracia. La alianza entre la derecha política y la derecha judicial ya no tiene pudor en exhibirse y, ayer, el Constitucional validó, gracias a la mayoría conservadora, su intromisión en el poder legislativo, y lo hizo votando a favor de impedir la tramitación parlamentaria, ahora mismo en el Senado, de la reforma que permita precisamente su renovación. Los jueces conservadores paralizando el mecanismo que permita el desbloqueo del Alto Tribunal.
El Tribunal Constitucional ha consumado su ataque a la democracia
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No es solo un hecho sin precedentes, es un hecho de una gravedad extrema, que había empezado con el rechazo, por la tarde, a la recusación de dos magistrados del bloque conservador, con el mandato caducado, y por tanto, directamente afectados por la reforma de la que depende su continuidad. Los magistrados no se inhibieron de la votación y votaron en contra de su propia recusación. Ni siquiera consideraron la posibilidad de abstenerse. Y, después ya entrada la noche, llegó la irrupción del Constitucional en la actividad parlamentaria, el Senado tenía previsto debatir y aprobar el jueves la reforma, validada ya en el Congreso.
Los jueces conservadores del Tribunal se han colocado ya, definitivamente, fuera de la ley. Y lo hacen en connivencia con el Partido Popular, que no solo lleva cuatro años bloqueando las renovaciones del Poder Judicial, sino que pretende seguir manejando los hilos de la Justicia, aunque su correlación de fuerzas no se corresponda a la realidad Parlamentaria. Perdieron el Gobierno tras la moción de censura de Mariano Rajoy, pero pretenden seguir controlando la Justicia a la espera de que unas nuevas elecciones les devuelvan el poder. Lo hacen ahora y lo han hecho siempre. No conciben no gobernar. Son las mayorías parlamentarias las que representan la voluntad de la ciudadanía, y es en torno a estas mayorías sobre las que se organizan y configuran los diferentes poderes del Estado. El PP lleva cuatro años rompiendo esta regla, pero nunca había llegado tan lejos, ni el partido ni los magistrados que les profesan profunda fidelidad.
A partir de aquí, la respuesta solo puede ser con la herramienta que la derecha política, judicial y también mediática, ignoran, y que es la democracia. No hacerlo daría más argumentos a aquellos que buscan insistentemente el choque institucional. El Partido Popular y su brazo judicial se han saltado ya todas las reglas retorciendo la legalidad para poder mantener una posición que las urnas les quitaron.
Un comportamiento profundamente antidemocrático en el Tribunal Constitucional | La firma de Àngels Barceló
Àngels Barceló
Àngels Barceló dirige y presenta 'Hoy por hoy'...