Carrasco y Barrios salvan al Atlético ante un Arenteiro que cayó de pie

Ourense vivió un sueño con la Copa del Rey y la visita del Atlético de Madrid al humilde estadio de Espiñedo. La ciudad gallega vibró con su equipo en ‘O Carballiñoo’, la tierra del pulpo por excelencia y estuvo a punto de protagonizar ‘El Gordo’ de esta jornada en la segunda ronda de la Copa de S.M. del Rey.

La ciudad entera tembló en el minuto 42 de partido. Un balón llovido y el fallo en la zaga colchonera propició el escenario idóneo para ver justamente lo que la gente esperaba para esta noche: un gol local. Markitos utilizó su empeine para elevar el balón y hacerle una vaselina perfecta a Jan Oblak para desatar la locura absoluta entre los ourensanos.

Las caras de nerviosismo, inquietud e incomodidad eran evidentes. El Cholo buscaba animar a sus pupilos y el miedo a la humillación de quedarse fuera en la primera ronda fue suficiente para ver una reacción en el equipo atlético. Tras una falta lateral, González Fuertes vio un agarrón dentro del área y señaló el punto de penalti antes del descanso para aguarle la fiesta a los ourensanos. Ferreira Carrasco anotó desde los once metros para liberar peso en la carga mental que ya pesaba encima de los futbolistas y afrontar la segunda mitad de otra forma más calmada.

Se esperaba un nivel más de los del Cholo y lo que se vio fue exactamente una muestra de entrega, entereza y sacrificio de un equipo claramente inferior que plantó cara a un equipo campeón, que tenía en la Copa su única opción de tocar metal en esta temporada. Tendrían otra oportunidad desde el punto de penalti. La tendrían después de que el asturiano González Fuertes pitase de forma rigurosa un nuevo penalti. Un contacto de Carrasco fue suficiente para provocar la indignación de todo Espiñedo que no se lo creía. La justicia la pondría Álvaro Morata fallando la pena máxima.

El trabajo y el compromiso mostrado por el Arenteiro en todo el partido solo lo personificaba un jugador en el Atlético de Madrid: Pablo Barrios. El canterano del Atlético de Madrid fue el mejor del equipo y después de revolucionar la defensa ourensana, puso el balón fuerte y rasa y con la ayuda de Diego García, se adelantó ante el Arenteiro con el 2-1.

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El sueño comenzó en un humilde pueblo de Ourense y Barrios, primero, y Carrasco después acabaron con él por completo.

El partido minuto a minuto