La histórica ola de frío en EEUU deja más de 50 muertos, 18 de ellos solo en la ciudad de Buffalo (Nueva York)
La tormenta Elliot ha dejado en el país temperaturas inferiores a 40 grados bajo cero
Washington/Nueva York
La tormenta invernal Elliot, que golpeó Estados Unidos este fin de semana y sigue provocando temperaturas muy bajas en el noreste del país, ha causado 27 muertos en el noroeste del estado de Nueva York, 18 de ellos solo en la ciudad de Buffalo, lo que eleva a más de 50 el número de fallecidos en todo el país.
En las últimas horas, el alcalde de Buffalo, Byron Brown, y otros responsables de localidades de la zona han ido desgranando las últimas cifras de muertes, que se concentran en esta zona y en el condado de Niágara, según el canal local WIVB. Los residentes de esta zona occidental fueron hallados sin vida en la calle, en vehículos o en casas.
El presidente de EEUU, Joe Biden, ha mostrado sus condolencias por los fallecidos a causa del temporal en un mensaje en sus redes sociales. Biden ha asegurado que está en contacto con las autoridades del estado para conocer las últimas novedades y les ha prometido que se asegurarán de que "tengan los recursos que necesitan para superar esto". Por último, ha afirmado que su "corazón está con aquellos que perdieron a sus seres queridos este fin de semana festivo": "Están en mis oraciones en las de Jill (la primera dama)".
La alerta continúa
La policía de Buffalo emitió este lunes un nuevo comunicado advirtiendo de que continúa vigente la prohibición de conducir, debido al mal estado de las carreteras, las bajas temperaturas y la escasa visibilidad. El aeropuerto de la ciudad permanece cerrado.
El domingo la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, había informado de la muerte de siete personas y asegurado que continuaban las operaciones de rescate. Las autoridades prohibieron desde el fin de semana los viajes por carretera en seis condados del noroeste del estado (Erie, Niagara, Chautauqua, Orleans, Jefferson y St. Lawrence). Las temperaturas permanecen este lunes gélidas y más frías de lo habitual en gran parte del este de Estados Unidos tras el paso de la tormenta.
"Gran parte del este de Estados Unidos seguirá congelado este lunes y comenzará una tendencia a la moderación el martes", ha informado en un comunicado el National Weather Service (NWS). El organismo ha advertido de que en algunas zonas sigue siendo "peligroso" viajar por carretera a raíz de la nieve, pero ha pronosticado que las condiciones mejorarán dentro de un par de días.
Estado catastrófico
La gobernadora Hochul ha solicitado a la Casa Blanca que se declare el noroeste del estado como zona catastrófica. En una rueda de prensa celebrada en la ciudad de Buffalo, la más castigada por la nieve y las bajas temperaturas, Hochul ha enfatizado lo importante que es esta medida para hacer frente a los costes y gastos ocasionados por la tormenta.
En su intervención, la gobernadora ha añadido que aunque la situación es mejor, todavía se espera que caigan entre 15 y 30 centímetros de nieve en el sur del condado de Erie, cuya capital es la ciudad de Buffalo. "La situación no es mala como en los dos últimos días, pero sigue siendo una situación peligrosa para estar fuera. Quédense en casa hasta mañana", ha insistido sobre la tormenta que ha calificado como "única en una generación"
Según las autoridades locales, todavía hay 12.000 viviendas sin electricidad en la ciudad de Buffalo, donde cuatro subestaciones eléctricas resultaron dañadas por el paso de la tormenta.
Restablecimiento de la electricidad
El sistema eléctrico sigue restableciéndose tras el impacto de la nieve y los vientos huracanados. Unos 100.000 usuarios siguen a oscuras, principalmente en los estados de Maine y Nueva York, según el rastreo del portal Power Outage. Durante el paso de Elliot, una tormenta provocada por un frente de aire ártico, perdieron la luz cerca de 1,7 millones de usuarios, entre hogares y negocios.
Más de 200 millones de estadounidenses, alrededor del 60 % de la población, se ha enfrentado a algún tipo de aviso o advertencia relacionado con el clima invernal y las temperaturas cayeron drásticamente por debajo de lo normal desde el este de las Montañas Rocosas hasta los Apalaches.
La ciudad de Nueva York vivió el día de Navidad una temperatura mínima de 10,5 °C bajo cero, algo no visto desde 1872. Washington, la capital estadounidense, estuvo a 10 °C bajo cero, la Navidad más fría desde 1983; y los termómetros en Tampa, en Florida, bajaron de los cero grados, algo que no ocurría desde 1966.
Al menos treinta muertos por el temporal de frío en Estados Unidos