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Sociedad

¿Se puede heredar de familiares de los que no sabíamos nada? Así trabajan los abogados que localizan a herederos

Una heredera por sorpresa nos cuenta cómo le arregló la vida la herencia que recibió de una prima lejana

Una mujer firma su testamento. / Rich Legg

Madrid

Imagínense que recibe, de la nada, una lluvia de miles o incluso de millones de euros, sin jugar a la lotería o sin echar la quiniela. Parece mentira, pero ocurre. Basta con tener un familiar lejano que murió sin herederos, pero el problema es que los herederos desconocen que tienen derecho a ese patrimonio. En España, hay un puñado de despachos de abogados que se dedican a localizar a esos herederos. "En los últimos 20 años hemos recuperado unos 250 millones de euros", calcula Óscar Gil, abogado y director Ejecutivo del Grupo Hereda.

Herederos por sorpresa

Estos despachos de abogados reciben el aviso de agentes inmobiliarios, de vecinos que temen que alguien ocupe el piso o de administradores de fincas. Pablo Abascal preside el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas: "Yo en una ocasión he ido a al cementerio de Bilbao. Tuve suerte. Pregunté por un propietario de un piso que no estaba al corriente de la comunidad. Comprobé que estaba enterrado y de casualidad, me enteré de que había una persona que llevaba flores a la tumba. Pero eso no es lo habitual. Los administradores de fincas tenemos que recurrir a estos despachos que hacen una labor más exhaustiva".

Guillermo Navarro es abogado del despacho Navarro y Navarro. Lleva años buscando a herederos, incluso fuera de España: "Las herencias internacionales son más complejas. En una ocasión, teníamos una herencia para más de 50 personas. Había herederos que estaban en Argentina, parte estaban en Venezuela, otra rama estaba en Austria, otra rama en Barcelona", aclara Navarro. El último desafío que tuvo el Grupo Hereda fue un testamento de 1935 escrito a mano, con datos muy genéricos y con un intenso trabajo de campo consiguieron acreditar quiénes eran los herederos y acabaron cobrando la herencia.

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Los que consiguen cobrar prefieren no contarlo. Es el caso de Isabel. Es gallega y cuenta su historia con la condición de no dar su apellido, ni la ciudad en la que vive. Una prima a la que había perdido la pista murió sin dejar herederos. Ella la buscó durante años, pero sin suerte porque ya estaba muerta. La heredera más próxima era su madre, pero también murió. Ella y su hermano acabaron heredando un piso en una de las zonas más exclusivas de Madrid, en las que el metro cuadrado cuesta casi 6 mil euros. Acabó vendiendo el piso, pero se niega a contar cuánto ganó. Se limita a decir que esa herencia le arregló la vida y es bastante probable, porque en la calle donde vivía su prima el piso más barato es un cuarto sin ascensor de 20 metros cuadrados cuesta 148 mil euros.

Marisol Rojas

Trabaja en la Cadena Ser desde 2007. Empezó madrugando...