Empate en un derbi catalán con poco fútbol, mucha tensión y un pobre arbitraje

El Barça quiso cerrar por la vía rápida uno de los derbis catalanes más polémicos de los últimos años. Polémica que se desencadenó principalmente por la cautelar que permitió a Lewandowski comparecer en el derbi y la posterior protesta de la directiva del Espanyol, que decidió no acudir al partido.

Así, en la primera parte solo compareció un equipo. En el minuto 7 de partido Marcos Alonso puso el 1-0 con un cabezazo a la salida del córner tras una pésima defensa del Espanyol, que vio como el Barça la tocó con la cabeza en su área pequeña hasta en tres ocasiones antes de que el balón entrase en la portería.

No era la primera ocasión blaugrana, que ya había dispuesto de una clarísima de Gavi. En los siguientes minutos pudieron sentenciar el choque Ansu Fati y Marcos Alonso con sendas claras ocasiones, que no materializaron por falta de puntería.

Poco a poco se fue diluyendo el Barça hasta que en el 70' el Espanyol se encontró un penalti a favor. El equipo perico, que fue de nada a menos y de menos a más, se apoyó en Joselu, que tiró un sombrerito para meterse en el área y recibió el torpe pisotón de Marcos Alonso. No falló el delantero, que transformó la pena máxima por el centro.

Un nuevo partido de 20 minutos

Tras el penalti comenzó otro partido que tuvo toda la tensión y polémica que no habían tenido los 73 minutos anteriores.

Pocos minutos después del gol, el Barça se quedó en inferioridad por la expulsión por doble amarilla de Jordi Alba, y en el 82', Mateu Lahoz expulsó a Cabrera y Vinicius. Sin embargo, el VAR le hizo revisar la acción de Cabrera. El trencillo vio en la plantilla que el defensa del Espanyol no había pisado a Lewandowski y le retiró la roja directa al uruguayo.

Por lo tanto, el partido finalizó 10 contra 10. Y Álvaro Fernández se encargó de que el 1-1 se mantuviese con dos paradones, el primero a Christensen y el segundo a Lewandowski.

El arreón final del Barça tuvo como protagonistas al danés y al polaco. Primero, el defensor se alzó sobre la defensa rival para cabecear potente abajo, pero Álvaro Fernández respondió con la parada del partido. Minutos más tarde la mejoró. Mano a mano de Lewandowski, que quedó a placer tras un pase filtrado de Balde, pero el delantero marra la definición, que para el portero con las piernas para mantener el empate hasta el final.