Una clínica comunica por error a todos sus pacientes que sufren cáncer terminal cuando quería felicitar las navidades
8.000 pacientes del centro sanitario recibieron el delicado mensaje
El mensaje que recibieron por error los pacientes de una clínica inglesa / @osiris_neits vía Twitter
Madrid
8.000 personas recibieron el pasado 23 de diciembre, en plenas fechas navideñas, un mensaje de su centro médico inglés en el que le notificaban que se les había diagnosticado un cáncer en fase terminal. El SMS provocó el shock de millares de pacientes que no esperaban semejante noticia en unos días tan señalados en los que deberá reinar la felicidad y la tranquilidad.
«Diagnóstico: cáncer de pulmón agresivo con metástasis», dice el mensaje que recibieron. Una noticia terrible, especialmente para los que se hubieran sometido recientemente a alguna prueba y se encontraban a la espera de los resultados. Varios ciudadanos declararon a la BBC que la equivocación en la comunicación de su centro sanitario les dejo "muy asustados".
Una de ellas, que debía recibir en cualquier momento el diagnostico de una pruba diagnóstico explicó: "Me acaban de quitar un lunar y estaba esperando el resultado de una biopsia y había estado en el hospital porque una prueba resultó anormal".
Sin embargo, y para su sorpresa, todo quedó en un susto provocado por un error en el mensaje navideño de la clínica inglesa Askern Medical Practice de la ciudad de Doncaster. Los receptores tuvieron que esperar una hora para recibir la rectificación que por fin trasladaba la verdad, explicaba el delicado error y pedía disculpas: "Por favor, acepte nuestras más sinceras disculpas por el mensaje previo que hemos enviado. Fue enviado por error. Nuestro mensaje debería haber sido 'les deseamos una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo'. En caso de emergencia, contacte con nosotros".
Una macabra felicitación de las fiestas que, sin duda, no olvidarán en mucho tiempo los pacientes de la clínica inglesa. Algunos, de hecho, llegaron a pensar ya desde el principio que se trataba de una broma de mal gusto a la que no conseguían verle la gracia.
