El consumo de tranquilizantes, disparado y el 2% ha tenido ideas suicidas: "Todos somos vulnerables"
La responsable del área de prevención del suicidio del Teléfono de la Esperanza explica en la SER que no existe un único perfil de suicida, que cualquiera puede caer en situaciones que le lleven al límite. Una encuesta del Ministerio de Sanidad ha revelado esta semana que el 2% de las personas entre 15 y 65 años ha pensado sobre quitarse la vida en el último mes
El consumo de tranquilizantes, disparado y el 2% ha tenido ideas suicidas: "Todos somos vulnerables"
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Madrid
Consumimos menos alcohol, pero cada vez más ansiolíticos, benzodiacepinas o medicamentos hipnóticos. El 9,7% de las personas de entre 15 y 65 años ha tomado en el último mes, al menos, uno de estos fármacos. Sus nombres empiezan a popularizarse: diazepam, lorazepam o alprazolam. El consumo no ha dejado de crecer en los últimos 18. Son datos de la encuesta sobre alcohol y otras drogas (Edades) que ha publicado esta semana el Ministerio de Sanidad y que, por primera vez, también ha preguntado por el suicidio.
Hace años que los especialistas reclaman un plan nacional contra el suicidio. "Porque se puede prevenir", asegura la responsable del área de prevención del suicidio del Teléfono de la Esperanza, Magdalena Pérez. "Es muy importante. Nos permitiría tener marcos de referencia y recursos coordinados para trabajar mejor". En los últimos 30 días, según el estudio, el 2% de la población ha tenido ideas suicidas; el 1% ha llegado a planear de qué manera lo ejecutaría y un 0,4% lo ha intentado.
"Cualquiera de nosotros es vulnerable y en una situación que podamos vivir, que suponga para nosotros algo emocionalmente insoportable e insostenible, muy intenso y sostenido en el tiempo... En un momento podemos perder las ganas de vivir, quedarnos sin energía, sin capacidad y sin recursos". No hay un solo perfil, señala Pérez en entrevista en Matinal SER.
El suicidio es la forma extrema de manifestación de un problema de salud mental. Un trastorno de ansiedad o de otro tipo en pocas ocasiones conducirá hasta ese punto, pero pueden tener un origen en situaciones compartidas. La soledad, encontrarse en una situación en la que no se halla conexión emocional con la que liberar tensión.
Acerca del elevado consumo de tranquilizantes, Pérez señala la escasez de recursos, el poco tiempo por paciente y la escasa formación al respecto en la atención primaria y un contexto general desfavorable. "Se nos dice que el sufrimiento es malo y resulta que el sufrimiento forma parte de la vida, forma parte de las experiencias vitales que podemos vivir a lo largo de nuestro ciclo y forma parte de la condición humana." El malestar emocional supone una "llamada de atención vital que tiene como objetivo que se haga un cambio", indica, y apunta, por ejemplo al proceso del duelo, natural y necesario.
"Supone una oportunidad de transformación y de aprendizaje. Lo que pasa es que no nos gusta sufrir las pérdidas, el envejecimiento, los traumas. Nos generan situaciones muy difíciles que necesitan de intervenciones específicas que suponen tiempo y que suponen conexión emocional. Y estamos en un contexto que no facilita esto". Hace 50 años que, cuenta, las llamadas que reciben cuentas problemas parecidos, pero ahora acaban asociadas al consumo de fármacos porque faltan tiempo y recursos para tratarlas de otro modo, del modo en que sería conveniente. El desarrollo de conexiones emocionales pausadas, cree, ha caído.
Qué hacer si alguien de nuestro entorno tiene ideas suicidas
Comunicarse con él para permitirle tener una vía de escape. "Tenemos una idea equivocada de que preguntar a una persona por ideas de suicidio o por si le pasa algo que tenga que ver con no querer seguir viviendo, con estar agotado en la vida le puede incitar hacerlo (suicidarse) y es equivocado."
Conviene facilitarle un espacio para expresar lo que le sucede. "Poder escuchar eso hace es que la otra persona pueda descargar esa tensión emocional, pueda vincularse y conectarse. Eso es fundamental a la hora de establecer una ayuda" y buscar los recursos para hacerla posible.