"Camila me sacrificó a mí": Enrique de Inglaterra señala a su madrastra, a su familia y a la prensa sensacionalista como los causantes de sus problemas

Quiere un acercamiento con su familia, tender puentes para arreglar una relación que actualmente se sitúa en la cuerda floja. Pero Enrique de Inglaterra no para de echar más leña al fuego con las declaraciones sobre su familia. El también duque de Sussex ha iniciado este domingo su ronda de entrevistas en varias televisiones estadounidenses, país en el que reside, y solo en una británica, como parte de la promoción de su nuevo libro, una autobiografía llamada Spare [En la sombra, en castellano] y que ya ha generado un gran revuelo en Reino Unido tras revelarse alguno de los episodios que el príncipe detalla y que, especialmente, salpican a su hermano, cuñada, padre y madrastra. También tiene gran protagonismo en sus críticas la prensa sensacionalista del país, a la que acusa de la mayoría de sus males. Este domingo se emitieron dos de esas entrevistas. La primera de ellas en el informativo News at Ten de la cadena británica ITV, presentado por Tom Bradby, que ha viajado hasta California para grabarla. La otra en un programa de la CBS. El príncipe asegura que algunos miembros de su familia «han decidido acostarse con el diablo para rehabilitar su imagen», en referencia a su relación con los medios. Uno de ellos, a los que señala, es a su madrastra, la reina consorte Camila, a la que acusa de anteponerle a él para su beneficio personal: «Me sacrificó a mí para su personal altar de relaciones públicas». Según ha detallado, ella quiso mejorar su relación con los tabloides británicos con el objetivo de allanar su aceptación por parte de la sociedad y que fuera bien vista como sucesora al trono. «La cantidad de filtraciones y de historias que todos ellos han contado a los medios [de una forma anónima] es tal, que, desde mi punto de vista, han escrito innumerables libros», se defiende ante las críticas de que esté contando sus problemas familiares con fines lucrativos -desde el libro, hasta las entrevistas y el documental recién estrenado por Netflix-. Con estas revelaciones, Enrique asegura que lo hace como «un intento de explicar» su propia historia y ha dado el paso porque está en paz consigo mismo, tras tiempo en terapia. Sobre las denuncias públicas de racismo contra Meghan y el color de piel de su primer hijo, que hicieron en una entrevista previa, tras mudarse a EEUU, con Oprah Winfrey en 2021, Enrique matiza ahora sus palabras. Asegura que no habló de racismo, que eso lo dijo la prensa. «Yo solo quise señalar el sesgo inconsciente que existía». En todo momento presenta a su mujer, Meghan Markle, como la diana de los tabloides, algo que afectó a la duquesa hasta tal punto que pensó incluso en el suicidio. «Millones de palabras destinadas a intentar arrojar basura sobre mi mujer y sobre mí mismo, hasta el punto de que tuvimos que abandonar el país», apostilla. En este contexto, por defender a su mujer, se produjo uno de los momentos más tensos con su hermano y que relata en el libro. Oficialmente la publicación no sale a la venta hasta este martes, día 10, pero ya se conocen algunos detalles porque se vendió por error algunos ejemplares en librerías españolas. Una de las cosas que narra es una pelea con su hermano, en la que incluso llegaron a las manos, por respaldar a su mujer. «Yo la defendí a ella y fue una experiencia muy desagradable». Además, Enrique ha asegurado que su familia recibió con desconfianza a Markle «desde el principio, antes de que tuvieran la oportunidad de conocerla», especialmente, por parte de su hermano Guillermo. En una segunda entrevista, también emitida el domingo en el programa 60 minutes de la televisión estadounidense CBS, presentado por Anderson Cooper, Enrique ha mandado mensajes de amor a su familia, también dirigidos a Guillermo. «Mi hermano y yo nos queremos. Lo amo profundamente. Ha habido mucho dolor entre nosotros dos, especialmente en los últimos seis años. Nada de lo que he escrito, nada de lo que he incluido tiene la intención de herir a mi familia». Sin embargo, lamenta que por su parte no haya ni un atisbo de reconciliación. «La pelota está en su tejado, pero Meghan y yo hemos seguido diciendo que nos disculparemos abiertamente por cualquier cosa que hayamos hecho mal, pero cada vez que hacemos esa pregunta, nadie nos dice nada». Para avanzar en ese acercamiento, afirma que hace falta una conversación constructiva «que pueda ocurrir en privado que no se filtre». A pesar de estas declaraciones de amor, Enrique reconoce que lleva tiempo sin hablarse con su hermano y también con su padre. Incluso llega a poner en duda que le inviten a la coronación de su padre, el rey Carlos III, que está prevista para el próximo mayo. En un momento de la emisión, Cooper le pregunta por qué ambos, tanto Enrique como Meghan, no han renunciado a su título como duques de Sussex. «¿Y qué diferencia haría eso?», concluye el príncipe.