Costuras a punto de romperse

Madrid

La sanidad pública se ha convertido en muchos países de Europa en una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos. Los terribles años 80-90, con sus feroces recortes de inversión y gasto, han dejado huellas muy profundas y provocado grandes crisis de confianza y satisfacción, Lo muestran las encuestas en España, pero también en el Reino Unido, en Franca o en Italia. La diferencia entre unos y otros es la respuesta que se da a las preocupaciones de esos ciudadanos. Mientras que en España, en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, el gobierno del PP se niega a aceptar que se necesita poner en marcha grandes planes de cambio y mejora, en Gran Bretaña, donde al igual que en España, la gestión sanitaria está descentralizada, la primera ministra de Escocia anuncia planes para mejorar la asistencia primaria y aliviar la presión sobre los hospitales.

En Francia, donde todo está centralizado, es el propio presidente de la república, Emmanuel Macron, quien anuncia en persona un plan para hacer frente a la crisis y promete a los profesionales ir deprisa en las reformas. La sanidad pública, la joya de la corona del sistema social europeo, es un sistema que necesita planes, proyectos urgentes, bien estudiados y dotados, no palabras vagas. En muchos lugares están ya tomando la iniciativa. En España, la revisión del sistema está retrasada. Hay que hacerlo bien, pero hay que darse prisa. Las costuras están a punto de romperse.