Teresa Rodríguez: "La calidad de la representación es inversamente proporcional a los sexenios que el político va acumulando en el cargo"

Madrid

Teresa Rodríguez, líder de Adelante Andalucía, dejó su escaño en el parlamento andaluz en diciembre del año pasado. "La política no es una profesión", afirmó en un vídeo difundido en redes sociales en el que anunció que dejaba la primera línea. Después de ocho años, Rodríguez ha vuelto al instituto de secundaria de Puerto Real (Cádiz) donde tiene una plaza, al mismo tiempo que mantiene su cargo orgánico como líder de Adelante Andalucía; partido que nació como una coalición de las izquierdas andaluzas y terminó completamente dividido. Hoy la exdiputada atiende a los micrófonos de la Cadena SER, en Hora 25 con Aimar Bretos.

"El entorno político no es agradable. El protagonista absoluto es el enfrentamiento e iba necesitando un cambio desde hacía tiempo. Además, es un espacio en el que no me he sentido cómoda nunca porque no he querido. Hay una especie de burbuja de privilegios, donde de repente eres "su señoría" y ya no eres más la vecina de nadie, ni la maestra, ni la compañera de trabajo. En ese espacio es difícil perderse de lo realmente importante", señala Rodríguez. En su vídeo de despedida hay una frase tan sugerente como explicativa: "Pisar moqueta es un acto que te cambia necesariamente". ¿Cómo le ha cambiado la vida a la líder de Adelante Andalucía? "Uno se acostumbra a un determinado nivel de atención. No todos los privilegios son de ámbito material, también simbólico. Uno se acostumbra a que le manden muchos mensajes, le den retuits o me gusta y desintoxicarse de eso también es importante. La vanidad te hace tomar decisiones que, desde la comprensión de los problemas reales y el compromiso real, igual no se toman", reconoce.

Teresa Rodríguez llevaba más tiempo en el parlamento andaluz que en el instituto donde trabajaba, como ella misma explica. "Por una cuestión puramente generacional", añade. ¿Por qué ocho años? "Creo que están bien. Cuatro igual son pocos, porque uno tiene que saber manejarse en la institución para intentar sacarle el mayor partido posible. Cuando son más de ocho empieza a aplicarse una regla inversa en la proporcionalidad. La calidad de la representación es inversamente proporcional a los sexenios que va acumulando en el cargo. Se pierde noción de la realidad. Es importante no despegarse de la existencia concreta de aquellos a los que uno intenta defender", argumenta Rodríguez. Como ella ha dicho alguna vez: "No parecernos a ellos ni en sus andares".

Adelante Andalucía sacó en las últimas elecciones al parlamento andaluz 2 diputados y casi 170.000 votos. La formación concurrió separada de la coalición de partidos a la izquierda del PSOE, donde estaban Izquierda Unida, Podemos o Más País. De estos ocho años como portavoz del partido ha aprendido "cosas no muy bonitas". "La cultura del 'zasca' se ha implantado con mucha solidez dentro del panorama político", dice Rodríguez. En los últimos meses, ese espacio de izquierdas vive un momento de indefinición importante por el surgimiento de 'Sumar', la organización que lidera Yolanda Díaz, y su posible concurrencia o no con Podemos. "En política es clave encontrar un método donde quien piensa distinto tiene que ser protegido, incluso si se queda en minoría. Eso es clave para construir una fuerza que dure más de cuatro años", reflexiona Rodríguez.

Sobre el liderazgo de Díaz, dice la expolítica que "la valoración en cómputo global es interesante". Y apostilla: "Tengo la sensación de que las jugadas que están haciendo a nivel orgánico son de intentar reforzarse para luego negociar una posición en clave interna. Sigue habiendo una disputa de poder a la interna de las fuerzas de la izquierda estatal y Yolanda está intentando agrupar un partido en torno a sí para conquistar los primeros puestos de una lista de acuerdo con los demás. Vuelven a ser lógicas de poder interno entre organizaciones que acabarán confluyendo, pero donde desde ya se están posicionando ejércitos a ver cuál es más grande para conquistar más posiciones de salida. Eso marca mucho los espacios. Hace que otra vez volvamos a no poder garantizar la paz, el compañerismo y la normalidad en las fuerzas políticas de la izquierda".

¿Qué ha visto Teresa Rodríguez que creía que se podía cambiar desde la política, pero donde la realidad se ha impuesto tozudamente? "Los cambios reales, los cambios más importantes, se producen primero fuera y luego dentro de las instituciones. Podemos cambiar la normativa laboral, pero si luego en los centros laborales la gente vive con miedo porque el despido sigue siendo igual de barato que antes o porque le han construido una serie de prejuicios en torno al sindicato que le hacen alejarse de él, da igual lo que cambiemos la institución. La sociedad tiene un protagonismo mucho más importante en política que las instituciones. Los cambios sociales tienen más impacto en la adquisición de nuevos derechos que la geometría parlamentaria", reflexiona Rodríguez.

La líder de Adelante Andalucía asegura que todavía necesita "tiempo" para pensar en los errores que ha cometido dentro de las instituciones. "Por lo de la vanidad", dice irónica. "Yo me arrepiento de no haber conseguido tener un espacio amable de construcción de la izquierda andaluza. Haber participado de ese proceso de ruptura y desesperanza para las bases sociales de la izquierda, que espero que cambien ahora", sentencia.