Un catedrático de psicobiología, rotundo sobre lo que hacen cada vez más los niños: "Es lo que necesita el cerebro para hacerse adicto"
El uso excesivo de las redes sociales puede causar que cerebro de los más jóvenes tenga un peor desarrollo
Salud mental y redes sociales
Madrid
Las redes sociales han transformado el mundo, la sociedad y la manera en la que las personas se comunican. Pueden ser un instrumento muy útil y beneficioso en el día a día, pero también ser una vía de entrada de la desinformación y causar una gran adicción y perjudicar el desarrollo de los adolescentes.
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Un distrito escolar de Seattle ha denunciado a las empresas de redes sociales por "atacar la salud mental" de los estudiantes. Los profesores de los colegios públicos de Seattle buscan que estas se responsabilicen por el daño que han causado a la salud social, emocional y mental de sus alumnos. Ignacio Morgado, catedrático de Psicobiología en el Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona se ha pasado este martes por La Ventana para explicar cómo pueden afectar las redes sociales al desarrollo de los jóvenes en la adolescencia.
"Es lo que necesita el cerebro para volverse adicto"
Morgado afirma que es un hecho que las redes sociales pueden causar daños en el cerebro del adolescente. "Disminuye el tiempo de descanso y hace que el proceso de maduración sea más lento", explica. También recalca que una exposición elevada a luz azul de los dispositivos móviles puede llevar a un envejecimiento mayor.
Expone que el tipo de influencias que pueden venir por las redes sociales pueden llegar a ser "muy malignas". "Los adolescentes pueden caer con mucha facilidad en cualquier cosa que les llame la atención y en las redes hay una gran cantidad de estímulos que buscan llamar la atención", advierte. Todo esto suma un cóctel perfecto que dificulta el normal desarrollo los jóvenes, personas con un cerebro "todavía inmaduro".
La gran variedad de estímulos sensoriales que se encuentran los jóvenes al entrar en Internet, como fotografías, audios o música, es muy atractiva y se consigue captar su mensaje con muy poco esfuerzo. Todo lo contrario que en labores como la lectura, en las que se necesita mucha más concentración. Alerta de que "los estímulos de las redes sociales son los que necesita el cerebro para volverse adicto a ese comportamiento". El catedrático señala, eso sí, que el cerebro y la mente humana son capaces de reconducirse y dar vuelta atrás a las adicciones.
TikTok, una herramienta para aprender
Pero las redes sociales también tienen su impacto positivo. Por ejemplo, TikTok puede ayudar a la educación. Así lo señala un estudio realizado por la Universidad de Málaga que revela la efectividad de esta red social en la mayor motivación e implicación del alumnado y cómo contribuye al aprendizaje en el proceso de enseñanza para los estudiantes de educación superior.
Salomé Yélamos es investigadora y profesora asociada a la Universidad de Málaga y ha explicado en el programa de Carles Francino cómo introdujo esta red social en sus clases.
Cuenta que le dio a sus alumnos una serie de temas sobre la historia británica (desde la Prehistoria hasta la reina Victoria) y ellos creaban un TikTok histórico a partir de uno de ellos. "Muchos de ellos se disfrazaban y contaban la historia desde la versión moderna", explica. Yélamos asegura que los resultados fueron muy gratificantes tanto para los alumnos como para el profesorado.
La profesora aclara que estas metodologías de enseñanza están basadas en unas pautas pedagógicas, con unos criterios muy específicos. Yélamos cuenta que se descubierto que el uso de las redes sociales en clase aumenta la motivación del alumnado y pueden ser usadas como "una gran herramienta en el proceso de enseñanza y aprendizaje".
En la Ciberguarida.Javier Hidalgo, educador social, habla sobre la adicción al móvil entre jóvenes y adolescentes.
David Laso
Redactor de La Ventana, antes en Si Amanece nos...