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Los últimos de Lützerath: el pueblo alemán símbolo de la resistencia contra una mina de carbón

Varios centenares de policías avanzan en el desalojo del municipio, ocupado desde hace dos años por activistas de defensa del clima después de que sus habitantes vendieran sus propiedades y lo abandonaran a su suerte: la de ser demolido y horadado por las gigantescas tuneladoras mineras que extraerán lignito de sus entrañas

La energética RWE compró hace años este municipio agrícola, situado en la cuenca carbonífera de Renania del Norte-Westfalia, para ampliar la mina de ‘Garzweiler II'. / picture alliance

Berlín

El pueblo minero de Lützerath, al noroeste de Alemania, pasará a la historia del país como un símbolo de la resistencia por el cambio climático y los combustibles fósiles. Desde esta mañana varios centenares de policías avanzan en el desalojo del municipio, ocupado desde hace dos años por activistas de defensa del clima después de que sus habitantes vendieran sus propiedades y lo abandonaran a su suerte: la de ser demolido y horadado por las gigantescas tuneladoras mineras que extraerán lignito de sus entrañas. La energética RWE compró hace años este municipio agrícola, situado en la cuenca carbonífera de Renania del Norte-Westfalia, para ampliar la mina de ‘Garzweiler II’, que precisamente recibe el nombre del pueblo que en su día existió en esta ubicación, y como ya hiciera con el pueblo vecino de Immerath.

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Cientos de activistas alemanes, pero también llegados de otros países europeos, intentan hasta el último momento impedir el desalojo, que según la policía durará varias semanas. A primera hora de la mañana, los agentes daban un ultimátum a los activistas para que abandonaran el lugar. Algunos, los menos, han acatado la petición y se han marchado voluntariamente. Otros muchos, sin embargo, quieren seguir resistiendo. El ambiente a primera hora estaba muy caldeado, con forcejeos entre manifestantes y agentes. También han volado piedras, material pirotécnico e incluso cócteles molotov.

La desaparición de Lützerath es también políticamente explosiva, pues parte del compromiso de la empresa RWE con el ministro de Economía, el ecologista Robert Habeck, y el gobierno regional de Renania del Norte-Westfalia, formado por Los Verdes y la conservadora CDU. En él se establece que la eliminación progresiva del carbón en la cuenca minera renana se adelantará ocho años, hasta 2030, y que se salvarán cinco pueblos que deberían haber sido dragados para la mina de lignito a cielo abierto Garzweiler II. Lützerath, sin embargo, será sacrificado.

Varios centenares de policías avanzan en el desalojo del municipio, ocupado desde hace dos años por activistas de defensa del clima después de que sus habitantes vendieran sus propiedades y lo abandonaran a su suerte: la de ser demolido y horadado por las gigantescas tuneladoras mineras que extraerán lignito de sus entrañas.

Varios centenares de policías avanzan en el desalojo del municipio, ocupado desde hace dos años por activistas de defensa del clima después de que sus habitantes vendieran sus propiedades y lo abandonaran a su suerte: la de ser demolido y horadado por las gigantescas tuneladoras mineras que extraerán lignito de sus entrañas. / picture alliance

RWE y el gobierno regional de Renania del Norte-Westfalia sostienen que el carbón de Lützerath es absolutamente necesario para garantizar el suministro energético. Según el Ministerio de Economía de este estado federado, debido a la crisis energética, hay una "mayor demanda de lignito, necesario para mantener la seguridad del suministro". Lo rebaten activistas como Luisa Neubauer, conocida como la Greta Thunberg alemana: "No es necesario el carbón que hay bajo Lützerath para la seguridad energética en este momento de crisis y así lo demuestran informes de expertos independientes". Las cifras de RWE en sentido contrario son "manifiestamente falsas". Informes de expertos del Grupo de Investigación CoalExit y del Instituto Alemán de Investigación Económica concluían recientemente que el abastecimiento energético durante la crisis sería posible incluso sin el carbón de Lützerath.

El movimiento ecologista alemán ha llevado el caso a los tribunales, pero el desalojo es legalmente imparable. El Tribunal Administrativo Superior de Münster rechazó ayer un recurso de los activistas y la semana pasada el Tribunal Administrativo de Aquisgrán dictaminó que el distrito responsable, el de Heinsberg, había actuado "conforme a derecho" al dictar la prohibición de residencia de Lützerath. La entrada al pueblo, según los jueces, no podía justificarse invocando la desobediencia civil como consecuencia de una emergencia climática como alegaban los ecologistas. Una opinión que ha respaldado el Tribunal Superior Administrativo de Münster.

El movimiento ecologista alemán ha llevado el caso a los tribunales, pero el desalojo es legalmente imparable.

El movimiento ecologista alemán ha llevado el caso a los tribunales, pero el desalojo es legalmente imparable. / RONALD WITTEK