Santiago Niño Becerra explica qué estrategia de Mercadona podría recuperar el poder adquisitivo de los españoles

Madrid

Un grupo de economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha concluido que, en contra de las teorías clásicas, un aumento generalizado de los salarios no alimentaría un crecimiento de la inflación. La institución ha analizado un total de 79 periódicos, entre los que se incluye el periodo inflacionario de España de 1988 y el 2000.

"No necesariamente debe ser visto como un síntoma de una espiral precio-salario", señalan al mismo tiempo que ilustran otras situaciones en las que el incremento de precios desciende con un aumento de los salarios en términos nominales. Según este análisis histórico, congelar el dinero que perciben los trabajadores hace que tarden más en recuperar su salario real.

España cerró el año con una inflación de un 5.6% mientras que en la zona euro se perfilo sobre el 9.2%. El economista Santiago Niño Becerra considera que el FMI ha realizado una "aseveración a nivel conceptual". La institución de Kristalina Georgieva, que "se apoya en estudios previos realizados en EEUU" no considera un aspecto fundamental de nuestro país: la productividad.

Acorde a las palabras del economista esta conclusión cambiaría "si un periodista pregunta si se mantiene para un país con una productividad bajísima". En ese caso, como ocurre en España, "dirían que obviamente no". "Es verdad que aumentar los salarios en línea con las necesidades y las circunstancias no repercuten en la inflación, es verdad, pero decir que es aplicable en España de forma generalizada no estoy de acuerdo", matiza.

El caso de Mercadona

Una de las estrategias que recomienda seguir es "vincular los salarios con el estado de las empresas". El autor de 'Futuro, ¿qué futuro?' señala un ejemplo a seguir: el de Mercadona. "Su presidente Juan Roig ha dicho que quiere mantener el poder adquisitivo de sus empleados", señala Niño Becerra antes de añadir que sí pueden aplicar ese criterio porque "pueden hacerlo". "Las subidas salariales deben ir acorde al balance y la cuenta de resultados de las empresas", comenta de forma rotunda.

Los salarios en España solo han subido un 2.7% por lo que los trabajadores han perdido poder adquisitivo. Más aún en las familias con rentas bajas. "La inflación no golpea igual a ricos y a pobres", señala el también profesor universitario. Y es que "la composición o el mix de artículos consumidos por una familiar rica y pobre no es la misma". Por ello no entiende las ayudas generalizadas que ha planteado el Gobierno.

"El impacto del IPC en la inflación es más elevado sobre la alimentación que sobre los Ferrari", pone como ejemplo. Explica que si una familia de renta más baja consume artículos de primera necesidad o artículos básicos el impacto es mayor, ya que el aumento de precios se percibe más. "Las ayudas no tendrían que estar concedidas de forma generalizada, deben tener nombres, apellidos y código postal", concluye.

"Un error del Gobierno"

Señala que el Gobierno, aunque con otras palabras, "ha reconocido que la rebaja de 20 céntimos en el combustible era un error". "Esto es el café para todos", matiza. Incide en que no se hizo distinción entre quienes más padecían sus efectos. "Se benefició el autónomo que se dedica a la representación comercial en pueblos de Soria y quien se pasea con un Maserati y que no produce nada mientras", explica.

Sobre la recaudación extra de impuestos por el aumento de precios, Niño Becerra señala que "hay una trampa de la que se habla poco". "Este récord que los ministros trasladan en cuanto a cifras de recaudación es verdad porque por ejemplo la tarifa del IRPF no está deflactada", explica. Pero no coincide con esa postura del Gobierno. "A la Agencia Tributaria le beneficia la inflación porque recaudan más".

Toque de atención a los sindicatos

En torno a esta cuestión lanza un mensaje a los sindicatos, de quienes no entiende "cómo no reclaman con la voz más alta que se deflacten las tarifas de tipos en base a la inflación". Cree que esas ayudas "vía IVA no compensan". "A una persona que tenga una renta de 1.100 euros esta rebaja del IVA no representa lo mismo para alguien que percibe 8.000 euros al mes", detalla.

Un problema que se agrava más aún cuando son enfermos cuyas vidas dependen de una máquina. "La necesidad de electricidad de una persona que debe alimentar un respirador de quien ve un video o una representación en una pantalla de un cine, no es lo misma", apunta. Aunque no cree que pueda haber ayudas para estas personas vulnerables. "Si España tiene un déficit histórico en sus cuentas y tuviera que financiar a estos pacientes no se a dónde se iría", culmina.