La carta viral de un profesor universitario harto de la poca atención de sus alumnos: "Llegan con deficiencias de léxico y de expresión"
El catedrático publicó una carta en la que lamentaba ser un estímulo más que compite con las redes sociales por mantener la atención de su alumnado
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Madrid
'Querido alumno universitario de grado: Te estamos engañando'. Este es el título de una carta que que se publicó hace menos de un mes y que está dando mucho que hablar. Su autor, el catedrático del departamento de Organización de Empresas en la Universidad de Granada Daniel Arias-Aranda, reconoce que "cada vez se siente más como un profesor de instituto de una serie mediocre de los años 80 que como un catedrático. Confiesa sentirse "como un simple estímulo más que compite con las redes sociales y el vasto imperio de internet". Asegura que los alumnos viven en una mentira edulcorada por los propios catedráticos y reconoce que hace años que no recomienda a ningún alumno para ninguna empresa.
Arias-Aranda se ha pasado este viernes por La Ventana para hablar del contenido de esta carta y de los problemas que se está encontrando en sus clases. El catedrático lleva 25 años en la docencia, dos en la Universidad Complutense de Madrid y el resto en la Universidad de Granada. Explica que siente pena por ver el desdén de sus alumnos, lo que le ha acabado desmotivando. "Aunque intentes motivar a la gente que tienes alrededor, si al final te diriges a portátiles en vez de a alumnos es complicado", comenta.
"Normalmente me cruzo de brazos y espero a que dejen de hablar"
Asegura que en la carta describe su experiencia personal y no trata de representar a ningún grupo. Espera que su caso sea exclusivo de su facultad y no ocurra en otras áreas como Medicina o Ingeniería. Cuenta que hay momentos en los que ha tenido que interrumpir la clase hasta tres veces porque sus alumnos estaban hablando. "Normalmente me cruzo de brazos y espero a que dejen de hablar, pero cuando pasan los minutos y eso no ocurre, doy el tema por terminado", explica.
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El catedrático ha tenido varias conversaciones con sus alumnos sobre esta problemática. Arias-Aranda pone de manifiesto que no es "un nostálgico de tiempos pasados, como la Universidad de los años 90". Asegura que ha aplicado todo tipo de metodologías docentes en sus clases. Según el catedrático, existe un desdén generalizado y asegura que muchos profesores universitarios y, sobre todo, de secundaria le han escrito estos días contando historias "que ponen los pelos de punta".
Un problema de base
Afirma que hay un problema de base que comienza en primaria, se desarrolla en secundaria, con un alumnado con "unas características muy diferentes a las de otras generaciones", y acaba explotando en la Universidad. Para el catedrático es un problema sistémico que tiene difícil solución y en el que los rectores tienen poco que hacer.
Asegura que los alumnos "llegan a la Universidad con unas deficiencias de léxico y de expresión impresionantes". Cuenta que para evitar un porcentaje elevadísimo de suspensos ha tenido que ir adaptando el nivel de la clase al nivel del alumnado. Expone que algunas profesoras de matemáticas han tenido que implantar cursos 0 en la Universidad porque muchos alumnos llegan al curso sin saber integrar o derivar.
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David Laso
Redactor de La Ventana, antes en Si Amanece nos vamos. Periodista interesado en la España vaciada y...