La condena
Un chiste bestia, una sobrada, puede hacerte ganar una bofetada, no una condena de cárcel
La contra | La condena
Madrid
Lo de Camilo de Ory son chistes o comentarios que, si los sueltas en público, te expones a unas consecuencias sociales: insultos, linchamiento digital, la reputación al carajo, problemas para encontrar empleo, perderlo, lo que sea. No consecuencias judiciales. No se puede sentar a un chiste en los tribunales. No se puede calibrar el grado de ofensa de un chiste para saber si ese humor vulnera o no el Código Penal. El caso fue sobreseído, el caso fue aceptado después por el Supremo con la oposición del fiscal. El humor, el humor negro, puede no gustarte, ser inadecuado, faltón, puede en un entorno delicado hacerte ganar una bofetada, lo que no puede es sentarse en el banquillo, recibir una condena de cárcel y una multa económica. Este debate está por encima de que te parezca una barbaridad o no. En palabras de alguien que sabe de esto mucho más, Diego San José: “Un chiste es una víctima muy sencilla de abofetear. Es como pegar al más débil de clase. Es mucho más sencillo tumbar un chiste que defender un chiste”. Claro, quién defiende chistes sobre un pobre niño muerto, sobre una desgracia así. Pues entre aplaudir la pena de cárcel del autor y defender esos chistes, prefiero lo segundo.
Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio...