"La gente no cambia": Tamara Falcó detalla su reconciliación con Íñigo Onieva y la reacción de Isabel Preysler
La colaboradora ha vuelto a aparecer en 'El Hormiguero' para contar con pelos y señales como se gestó su reencuentro
Tamara Falcó ha vuelto a 'El Hormiguero' después de que conociésemos la noticia de su reconciliación con Íñigo Onieva, una de las noticias más sonadas en el mundo del corazón desde que arrancase el año nuevo. La colaboradora, que ya utilizó el programa de Pablo Motos para dar todos los detalles su ruptura con el que era su prometido después de que se hiciese público que este le habría sido infiel; ahora se ha sentado de nuevo en el plató del espacio televisivo de Antena 3 para desvelar cómo se fraguó su reencuentro con el empresario y la reacción de su madre Isabel Preysler ante la noticia.
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"Estoy muy feliz, Pablo", comenzaba diciendo Falcó cuando el presentador le daba la bienvenida al programa y le preguntaba qué había sucedido entre ellos para que hubiesen decidido darse una segunda oportunidad. La marquesa confesaba que habían decidido "enterrar el hacha de guerra" y que "gracias al espíritu de la Navidad" decidió invitar a Íñigo a ir a misa juntos el 24 de diciembre. Para la sorpresa de todos sus familiares que se encontraban con ella en la mansión de su madre en Nochebuena, Onieva apareció sin avisar: "Vino a casa y saludó a todo el mundo... Yo no avisé de que venía a casa de mi madre. Mi primo abrió la puerta y cuando vio a Íñigo pensó que se había equivocado. A mi hermana le entró un ataque de risa", explica Tamara.
Ante su primera aparición juntos, Falcó explica: "Nos fuimos a la misa con la mala suerte que estaba la amiga del dueño del ¡Hola! en un banco de al lado y nos vio. Seguidamente me llamaron para preguntarme. Íñigo y yo nos empezamos a escribir después de eso". La colaboradora explica que gracias a esto, la pareja aprovechó la oportunidad para "intercambiar muchas cosas" que a ambos les habían hecho daño.
A pesar de su reencuentro, inicialmente la marquesa pensó en "pasar página" porque quería "empezar el año bien". "El 31 dije... 'yo quiero empezar el año bien'. Me pasé toda la tarde fatal y me puse a escribir una lista sobre las 1.000 formas de amar", explica. Pero lo que convenció a Tamara de que debía atraverse a conocer la segunda parte de su amor con Íñigo Onieva fue un comentario de Isabel Preysler el 28 de diciembre sobre Julio Iglesias. La socialité explicó el mal trago que pasó al separarse del cantante, lo que sirvió a Falcó para plantearse si ella podría solucionar sus problemas con el empresario.
Falcó invitó a Íñigo a visitar la mansión de Isabel Preysler tras las uvas el día 31 de diciembre. Onieva cogió su moto tras las campanadas y se presentó en la casa de Puerta de Hierro de Madrid donde la parejo "hizo las paces". "Nos queríamos quitar de todo este ruido de la prensa y nos fuimos al Polo Norte, pero allí también nos pilló la prensa”, dice entre risas Tamara. Desde entonces, la pareja ha pasado unos días tranquilos y la colaboradora confiesa que "
"La gente no cambia"
Tamara Falcó también ha desvelado cuál fue la reacción de su madre Isabel Preysler con su decisión. "Cuando se enteró mi madre, ella lo que quiere es evitarme el dolor. Me dijo 'la gente no cambia' y pensé, pero yo he cambiado en este tiempo y creo que la gente cambia. Pensé que tenía dos opciones, ver lo que pasa o quedarme con la duda y vivir una vida segura. Y pensé que quería intentarlo. Así que ahí estamos. La bofetada ha sido monumental e Íñigo se ha dado cuenta y ha depurado cosas de su vida. Él ha reaccionado durante todo este tiempo, aunque yo no he hecho caso", explica la marquesa.
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