17ª jornada
Power Horse Stadium
Almería
1-1
Atlético
Finalizado
El Atlético de Madrid se estrella contra el muro de Fernando
Los de Simeone no son capaces de aprovechar sus ocasiones ante un necesitado Almería (1-1)
Un día más, mismo resultado. El Atlético de Madrid alarga su día de la Marmota con un empate ante un combativo Almería (1-1), desperdiciando sus ocasiones ante un fantástico Fernando y sumando errores en la defensa. Así, pese a la mejoría aparente que había tras el parón, se pincha el globo y los de Simeone siguen perdiendo oportunidades de recuperar sus puesto de Champions League, dejando al Almería con un punto que sabe a gloria.
Empate en un duelo de necesidades
El Atlético de Madrid vive, desde demasiado pronto en esta temporada, al borde del abismo. Quizás no lo tiene tan cerca como el Almería por su cercanía a los puestos de descenso, pero necesita los puntos tanto como sus rivales. Así, el Power Horse Stadium tenía que ser testigo de ese duelo de necesidades. Con ambos equipos sumidos en el barro, era complicado que sucediese algo extraordinario con el balón. O, al menos, lo parecía, porque los genios siempre encuentran caminos alternativos. El pase iba de Kondogbia fue hacia Griezmann, pero el fútbol del francés iba en otra dirección. Dejando pasar el esférico, dibujando una asistencia sin tocar el balón, Correa se plantó delante del portero, abriendo la lata. Los de Simeone golpeaban primero para alejarse del precipicio.
UD Almería 0-1 Atlético de Madrid: Gol de Correa
Pese a que los golpes en este tipo de partidos suelen doler el doble, el Almería no se arrugó. Sostenidos por Fernando en la portería, los de Rubí sabían que este partido era de puerta grande o enfermería. Mirando de tú a tú al Atlético de Madrid, el vértigo empezó a ejercer presión en los de Simeone. Un día más, la pájara rojiblanca estaba al caer, y su consumación llegó antes del descanso. Lucas Robertone, sin la genialidad de Griezmann pero con la misma efectividad, envió un centro al corazón del área. Era un caramelo, y El Bilal Touré aprovechó para lucirse con un espectacular remate en plancha para poner el empate. Con toda la segunda mitad por delante, el empate daba aire a unos y se lo quitaba a otros, aunque no servía a ninguno.
UD Almaería 1-1 Atlético de Madrid: gol de El Bilal Touré
Simeone, consciente de sus urgencias clasificatorias, movió el banquillo. Fuera lo viejo y dentro lo nuevo, o lo que es lo mismo en clave rojiblanca; sale Koke y entra Pablo Barrios. Los colchoneros, agarrados a la rebeldía juvenil de su canterano, trataron de cambiar el signo al encuentro, pero los almerienses sabían que ese era su momento. Entregándose a un ida y vuelta tan entretenido para el espectador neutral como taquicárdico para los aficionados de ambos equipos, el partido podía caer hacia cualquier lado. Un resultado hoy no es definitivo de cara a lo que pueda suceder en el resto de la temporada, aunque el abismo se quedaba demasiado cerca. Una vez más, y esta vez asimilando que tocaba jugar a la ruleta rusa, el Cholo revolucionó su equipo dando entrada a Morata y Reguilón. Más ofensivo y más descontrolado, el ganador sería el bendecido por la Diosa Fortuna.
Los locales tenían sus ocasiones dentro de esta vorágine autodestructiva, provocando que más de un rojiblanco viese cómo se estaban yendo los ansiados tres puntos antes de tiempo. Pese a ello, las mejores oportunidades llegaban por parte del bando visitante. Ahí apareció un héroe en forma de muro. Fernando, que ya había dejado alguna intervención de mérito en la primera mitad, comenzó a crecerse. Los de Simeone llegaban, teniendo ocasiones que hubiesen sido gol el 99% de las veces. El problema era que ese 1% se había personificado en el guardameta del Almería, salvando a su equipo. Y es que, visto lo visto, mejor era un punto contra un grande que quedarse sin nada.
Al final del partido, los rojiblancos eran presa de su desesperación. Reguilón, que había entrado hace 20 minutos, acabó expulsado, personificando esa frustración constante de tener ocasiones y no concretar. El inevitable paso del tiempo acabó desembocando en el desenlace del encuentro, subrayando ese día de la Marmota en el que vive el Atlético de Madrid. El problema es que, a cada jornada que pasa, el abismo está más cerca.