'El falsificador de pasaportes': el biopic de Cioma Schonhaus, un soñador en tiempos de masacre
Durante la Segunda Guerra Mundial Cioma Schonhaus nunca perdió la esperanza de vivir. Con tan solo 21 años, comenzó a falsificar documentación para otros judíos
MADRID
Son muchos los títulos que homenajean la figura de aquellas personas que tuvieron el valor de llevar a cabo acciones que pudieran salvar a todos aquellos que estaban sometidos al régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Un régimen que les deshumanizaba y acabaría asesinándolos. En 1993, Steven Spielberg trabajó sobre la figura de Oscar Schindler en 'La lista de Schindler', donde a lo largo de 195 minutos contaba cómo este empresario nazi acababa salvando a miles de judíos que trabajaban en sus fábricas.
En 2002, Adrien Brody protagonizó uno de los papeles más significativos de su trayectoria. El pianista polaco Wladyslaw Szpilman vivió en el gueto de Varsovia y trató de todas las formas posibles evitar la deportación cuando los nazis invadieron la ciudad en 1939. Hoy se conoce su historia gracias a Roman Polanski. Él mismo es un testimonio vivo de la masacre que se vivió detrás de aquellos muros. Polanski escapó del gueto de Cracovia, donde su familia estuvo atrapada durante gran parte de la Segunda Guerra Mundial. Así lo cuenta en el documental de Laurence Bouzereau, 'Confesiones de Roman Polanski' (2011) que está actualmente disponible en Filmin.
'El falsificador de pasaportes' es una película de la directora Maggie Peren y protagonizada por el joven actor Louis Hofmann, más conocido por su papel en la serie 'Dark'. Peren tuvo la suerte de conocer en persona, antes de su fallecimiento en 2015, a la figura de referencia para su obra, Cioma Schonhaus. Una persona que nunca perdió la esperanza por vivir a pesar de la hostilidad que le envolvía. La historia de 'El falsificador de pasaportes' ('The Forger'), ya se contó sobre el papel en una novela homónima y del puño del propio Cioma en 2007.
La película se centra en los primeros años de juventud de Schonhaus. Es el retrato de un soñador que no se deja llevar por el dolor, no está dispuesto a perder la esperanza y lucha por poder tener una vida de una persona de su edad. Con tan solo 20 años, comienza a tratar de ganarse la vida falsificando documentación para otros judíos del país, arriesgando su vida y la vida de todos los que están a su alrededor. Desde el Cine en la SER hemos hablado con Louis Schonhaus, el actor alemán que se mete de lleno en la piel de este hombre y cuenta cómo se enamoró del proyecto a pesar de no conocer previamente la historia.
- Después de DARK, ¿Cómo llegó la oportunidad de participar en este proyecto?
Llegó como todos mis otros proyectos, recibí el guion a través de mi agencia. Lo leí pero es cierto que no había leído nada antes sobre la biografía de este hombre, pero rápidamente me enamoré del personaje, porque es único. Lejos del tiempo, de la masacre de aquel momento y la oscuridad que le rodea, es increíble cómo se mantiene positivo, es algo que nunca había visto antes. E incluso después de por todo lo que tiene que pasar, no sé si es un instinto de supervivencia o no, pero mantiene la esperanza. Es algo que disfruté leyendo y necesité interpretarlo.
- Después de tantos títulos basados, inspirados o contextualizados en la Segunda Guerra Mundial, ¿Qué tiene esta película que las otras no tengan?
Es cómo el protagonista ve la vida, y por tanto cómo se enfoca la película. Es la forma de ver el mundo de forma única. Y la forma de desarrollar la historia de aquel tiempo de esa forma.
- Es una película basada en hechos reales e inspirada en la novela homónima de Cioma Schonhaus, una voz más que se alza entre todos y todas las que salvaron vidas durante la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué nos puedes contar de él? ¿Cómo es su entorno?
Desafortunadamente no pude conocerle, murió en 2015, pero el director sí tuvo la oportunidad algo magnífico ya que pudo contarme todas las historias de Cioma de primera mano y sobre todo, la forma en la que él contaba estas historias, no solo sobre las páginas de un libro. Fue algo muy importante para mí y poder así construir el personaje. Por ejemplo, el director me contó que siempre hablaba con una sonrisa enorme pero al mismo tiempo podía romper a llorar. Creció en una familia normal, después se mudó a Berlín porque en realidad no sabía lo que era más seguro. Estudió diseño y arte... Dice mucho de una persona cuando tu familia es deportada pero aún así no dejas de moverte tan solo por no saber el futuro que a uno le espera. Además, ahora sabemos lo que pretendía hacer el Tercer Reich, pero él, en ese momento, desconocía muchas cosas. Había rumores de los campos de concentración pero eran tan solo eso, rumores. Y cuando finalmente se queda solo es cuando aflora ese instinto de supervivencia. Él tan solo quería hacer lo que una persona de 21 años haría. Me parece una forma precisa de rebelión para romper el estigma de que los nazis metían a los judíos en cajas y él aún conociendo esto, lucha por vivir su propia vida.
- Después de un pasado que indudablemente ha marcado la historia, los partidos de extrema derecha como 'Alternativa para Alemania' siguen creciendo en número de votantes. En 2017 fue la tercera fuerza más votada. ¿Cómo percibes esto? ¿Olvidamos demasiado rápido el pasado?
Es aterrador. El tema está en que es extremadamente importante recordar y traer a colación a las personas de aquel tiempo. Soy consciente de que hay millones de películas que hablan de aquello pero siento que, especialmente estos días como crece esta tendencia y la aceptación social que aparentemente tiene. La gente dice: "está bien todo lo que quieras decir", y la verdad es que es jodidamente absurdo. Por eso creo que es necesario contar estas historias y mostrar cómo la gente se tambalea profundamente en este sentido, especialmente en Alemania.
- En la película vemos como nadie puede salir a delante sin la ayuda de los demás. ¿Conservamos esta empatía por el otro o nos dirigimos hacia una sociedad cada vez más individualista?
La soledad es un tema que crece cada vez más estos días. Y es la razón por la que los problemas de salud mental también han aumentado hasta un número demasiado alto. Las redes sociales nos hacen creer que vivimos una vida cercana con los demás pero no es así, tan solo por estar conectados, pero la verdad es que estamos demasiado desconectados. Tenemos que volver a la vida real.