30.000 sanitarios y pacientes madrileños vuelven a las calles para mostrar su rechazo al "deterioro intencionado y privatizaciones" que sufre la sanidad en la región

30.000 personas, entre profesionales de la sanidad pública y ciudadanos, se manifestaron este domingo en las calles del centro de Madrid al grito general de «la sanidad no se vende, la sanidad se defiende» para pedir un refuerzo en los recursos económicos y humanos para la Atención Primaria madrileña. La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid, también conocida como «Marea Blanca», ha convocado la manifestación, que comenzó a las doce del mediodía, para mostrar su profundo desacuerdo con la política sanitaria que viene desarrollando el gobierno de la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso. Los sanitarios han partido desde el Ministerio de Sanidad en un recorrido que culminará con una concentración en la plaza del Museo Reina Sofía. El motivo es claro: mostrar el descontento generalizado de los sanitarios con las políticas autonómicas de sanidad pública que, señalan, ha provocado un «deterioro intencionado y privatizaciones» en la región madrileña. Los profesionales quiere que desde el Ejecutivo de Díaz Ayuso se asuman responsabilidades por «cronificar» este daño al sistema público de salud, aunque sea en la Consejería de Sanidad que dirige Enrique Ruiz Escudero. La columna de personas repitió al unísono lemas como “2023, la sanidad pública sin solución”, “menos discursos y más recursos” o “recortar en Sanidad es un acto criminal”, en una marcha en la que también se han escuchado críticas dirigidas a la Consejería de Sanidad y a la propia presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. Como en otras ocasiones, con la huelga de médicos de familia y pediatras vigente desde el jueves, los sanitarios quieren levantar la voz ante la «insostenible» situación en la que se encuentra el sistema público de salud de la región. Las agrupaciones de profesionales vinculan directamente la situación de las urgencias hospitalarias en estos momentos es un claro exponente de las consecuencias que tienen las políticas de Díaz Ayuso. «No se puede seguir manteniendo la insuficiencia de camas hospitalarias que se agrava cada año con la disminución de las mismas en los centros públicos y con la derivación de dinero público para los centros privados», asegura la Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) en un comunicado en el que ha pedido la asistencia «masiva» a la marcha por parte de los afectados. Recalca, además, que esta situación «se empeora con unos presupuestos prorrogados que debilitan los fondos necesarios para mantener una sanidad pública de calidad». A la cabeza de la protesta, por delante de una pancarta con el texto “no a los recortes y la privatización, sí a la sanidad y los servicios públicos”, la portavoz de la Marea Blanca, Marisa Torres, ha pedido que los responsables políticos “actúen de una vez” para desenquistar el problema y ha justificado que hay “razones” para estar en la calle “con insistencia y persistencia”. Torres ha denunciado que hay 800.000 pacientes en la región que no tienen asignado “ni médico ni enfermera ni pediatra”, lo que en su opinión choca con la Ley de ordenación sanitaria de la Comunidad de Madrid. “Ellos quieren implantar el sistema público-privado y nosotros estamos totalmente en contra, porque el dinero público tiene que ser para lo público”, ha argumentado ante los medios.

30.000 sanitarios y pacientes madrileños vuelven a las calles para mostrar su rechazo al "deterioro intencionado y privatizaciones" que sufre la sanidad en la región

La Marea Blanca recorre las calles de la capital para reclamar un cambio definitivo en la política sanitaria del gobierno de Díaz Ayuso

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