Ángel Martín, autor de 'Por si las voces vuelven': "Todos tenemos voces en la cabeza, pero tenemos que saber cómo luchar"
El cómico presenta en 'La Ventana' la 16ª edición de 'Por si las voces vuelven', el relato sobre su ingreso en un psiquiátrico en 2017
Ángel Martín, autor de 'Por si las voces vuelven': "Todos tenemos voces en la cabeza, pero tenemos que saber cómo luchar"
Madrid
Un día de junio de 2017, Ángel Martín ingresaba en el ala psiquiátrica de un hospital. Había tocado fondo en el preciso instante en que los sanitarios le ataron a una cama para que pudiera recibir su medicación. A partir de entonces solo podía reconstruirse. Y este camino pasaba por una parada clave, ayudar a quienes habían sufrido como él. Una intención que se materializa en 'Por si las voces vuelven' (Planeta).
Este relato ha escalado hasta la decimosexta edición en solo un año. Tras él también hay un podcast, un monólogo que viaja por toda España (Punto para los locos) y, en especial, el cariño de toda la gente. "Ni de broma había pensado en en que estos ocurriría, tuvo un arranque muy potente, se agotó en la preventa", explica. Aún no ha tenido "tiempo de procesarlo".
Ángel Martín presenta la decimosexta edición de 'Por si las voces vuelven'
"Tienes la cercanía de la gente, el libro tiene una forma física con la gente, puedes sentir lo que genera el libro. Ahora que ha reorganizado sus sentimientos puede concluir, sin margen de error, que es un hecho "muy bonito" y "abrumador". Esa última condición se debe, principalmente, a la visibilidad. "Lo que más me llama la atención es que la gente ha descubierto que no está sola en las cosas que pasan", comenta.
Aunque esas sensaciones en el interior de la menta puedan ser "más o menos salvajes" respecto a lo que le pasó, ha permitido descubrir una realidad. "Ahora saben que no están solos", señala. "Es importante que la gente entienda que esto es normal y que hay otros muchos que pasan por lo mismo, por extraño que parezca hay otro que está sintiendo lo mismo que tú", señala antes de entonar un "¡Calma!".
"No tengo miedo"
Y más allá de conseguir popularidad o canalizar su proceso de recuperación, Ángel Martín señala que "sin que me quiera tirar flores", el libro "ha servido para que la gente se relaje". "Cuando la gente nota que alguien ha pasado por lo mismo no hay miedo, vergüenza ni tabú", indica. Ahora es el propio cómico quien debe empaparse sobre cómo gestionar el éxito. "Es algo con lo que no has tenido que lidiar nunca, ahora tengo que saber cómo gestionarlo".
Preguntado por la presencia de voces, señala que las sigue teniendo aunque "las conversaciones van por donde yo quiero que vayan". "No tengo miedo a que vuelvan además, al estar tan cerca de ella, ya no puedo tener miedo a la muerte". Y es que considera que "volverse loco es de las mejores cosas que le han podido pasar". "Lo que descubrí es que de los miedos que tenía no había ocurrido ninguno de mi lista", señala.
En caso de que vuelva a darse esta situación, cree que solo "puedo priorizar en solucionarlo". "Pero si vienen supongo que me las oleré", declara. En aquel momento no se enteró, de hecho fue al hospital engañado. "Malinterpreté, pensé que iba a acompañar al hospital". Explica que el momento de ayuda llega "cuando tengas la sensación de estar viviendo en dos mundos al mismo tiempo".
Una "espiral emocional"
"Si tienes la sensación de que estás viviendo en un videojuego, coméntalo", insta. La solución está en manos de profesionales y en escribir, por raro que suene. En su caso fue una paliativo eficaz. "Yo no sabía escribir ni leer, no sabía el valor de las palabras, durante la infancia no nos insisten en la importancia de escribir", señala.
"Me gusta pensar que un ex-loco es como un ex-fumador". Es un cambio radical que depende de una reconstrucción consciente. "Yo he estado pendiente de quien soy y de quien quiero ser", señala. "Todos tenemos voces en la cabeza, pero tenemos que saber cómo luchar".
Por último reflexiona sobre el contexto actual en materia de salud mental. "Vivimos en una espiral emocional que no tiene sentido, ninguna emoción se queda el tiempo suficiente, llegamos a casa sin saber por qué nos sentimos de esa forma". Para reordenar la cabeza considera necesario escribir para determinar qué factor lo ha motivado.