El filósofo Gregorio Luri: "La opinión no tiene más importancia que ser de uno; lo trascendente es el conocimiento"
Gregorio Luri, filósofo: "Soy un maestro de escuela al que le gusta pensar con los pies"
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Madrid
Se considera un maestro de escuela, de los que viajan y se mueven, de "los que piensan a golpe de moleskine con los pies", aunque también es filósofo y pedagogo; articulista, conferenciante y escritor, autor de numerosos ensayos como ¿Matar a Sócrates?, Elogio de las familias sensatamente imperfectas o el último, En busca del tiempo en que vivimos, publicado en editorial Deusto. Un educador que nunca se ha cansado de hacerse preguntas, de mirar a la realidad y cuestionarla, aunque le quita mérito a esa tarea terapéutica: "No tiene mucho valor, podría explicar de una manera pomposa por qué me dedico a lo que me dedico, pero es mucho más fácil decir la verdad: me gusta y tampoco sé hacer mejor otra cosa".
Un veterano pensador que huye de las resoluciones por encontrarse mucho más cómodo en el papel de quien cuestiona y pregunta, seduce y sugiere. Alguien que huye de las personas que nunca dudan y que siempre tiene respuestas para todo, es lo que conocemos como "vivir en la impaciencia de la opinión". Luri sobre todo es una mente lúcida en tiempos oscuros, donde cada vez es más difícil poner la atención en las cosas verdaderamente esenciales en el marco de una época en crisis, en la que las viejas estructuras no terminan de morir y las nuevas no acaban de asentarse.
¿De qué crisis hablamos?
¿Pero de qué tipo de crisis estamos hablando? "Sin duda -asegura Gregorio Luri- vivimos una crisis de autoridad. Y cuando eso pasa y los referentes se pierden y la autoridad se desgasta, llegan los monstruos, los miedos, que siempre son tajantes y que siempre parecen tener razón. Porque alguien que habla desde la moderación rara vez es escuchado". Y es que vivimos en una época, donde las emociones están ganando la batalla a la razón: "Lo emocional es fácil, y dar respuestas sencillas a la complejidad también. No podemos olvidar que la opinión no tiene más importancia que ser de uno, pero lo trascendente es otra cosa: es el conocimiento" y añade buscando en el pasado. "Los monstruos se parecen a algunos sermones de parroquias de los pueblos".
Para Luri, otras de las cosas más enervantes es el prestigio de lo políticamente correcto. "Hemos llegado a un punto en el que cada vez es más difícil hablar ante la dificultad de que casi todo sea motivo de ofensa por parte de cualquier tipo de colectivo". Aunque no le parece del todo mal la crisis de liderazgo, "eso permite también ver la fragilidad, el lado humano de los políticos".
El último ensayo de Gregorio Luri, En busca del tiempo en que vivimos, habla también de la extensión del pesimismo, de los mensajes apocalípticos, de renuncias de la izquierda, de la nada recomendable ideologización de la educación y de cómo lo novedoso en mitad de este periodo de incertidumbres es que el ser humano empieza a desconfiar de sí mismo para encontrar soluciones.
¿Y qué hacer? En un ensayo con preguntas, Luri apunta sobre la necesidad de devolverle el protagonismo al lenguaje en detrimento de la emoción.
La Ventana de Navarra: Gregorio Luri, profesor, filósofo y pedagogo navarro (01/06/2022)
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Sergio Castro Salillas
Redactor y guionista en la SER desde 1996. Estuvo en La Ventana, A Vivir y ahora es redactor de Hoy...
