Las cosas son como son

Madrid

La insistencia del Partido Popular y muy especialmente de su presidente, Alberto Núñez Feijoó, en que el Partido Socialista se comprometa en dejar gobernar a quien obtenga más votos en las próximas elecciones, al margen de que tenga mayoría de diputados o no, supone en el fondo un cambio constitucional encubierto, porque si algo deja claro la Constitución es que el gobierno en España lo forma quien es capaz de reunir una mayoría de escaños en el Congreso de los Diputados.

Puede ser un sistema que guste más o menos, pero es el que se fijó en 1978 y para cambiarlo habría que modificar el texto constitucional. El PP sabe perfectamente que eso es así y su apelación es simplemente una manera de no asumir la responsabilidad por las coaliciones que llegado el caso tenga que tomar en consideración si quiere gobernar. En concreto, no asumir su responsabilidad por una eventual coalición con el grupo ultraderechista Vox. Pero las cosas son como son y serán las que serán. Si el PP gobierna un día con Vox será porque así lo ha decidido el propio Núñez.