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Opinión

ERC, el pánico y las consecuencias electorales

Esquerra es incapaz de romper definitivamente los lazos con aquellos que pretenden mantener a Cataluña en la misma irrelevancia en el que la metieron en 2017

Àngels Barceló: "ERC, el pánico y las consecuencias electorales"

Barcelona amanece esta mañana convertida en la sede de la cumbre hispano-francesa que va a reunir, en la capital catalana, a Pedro Sánchez y a Emmanuel Macron. El presidente francés, que va a estar fuera de su país en el día de protestas convocadas en toda Francia en contra de la reforma de las pensiones, protestas que pretenden paralizar el país con los paros en sectores estratégicos como los transportes, la educación, los funcionarios o los tripulantes de cabina de los aviones. Macron lo seguirá en la distancia.

Nostálgicos del enfrentamiento

Esto no quiere decir que pueda evitar la imagen de alguna manifestación, porque ya saben que en Barcelona los independentistas han convocado una concentración, no en solidaridad con los pensionistas franceses, sino para seguir con la matraca del procès, aprovechando la repercusión de la cumbre para intentar mandar el mensaje de que el procès sigue vivo. Los independentistas más recalcitrantes, representados por Junts per Catalunya y otras entidades cívicas, parecen no sentirse a gusto en la situación que ahora se vive en Cataluña, objetivamente más calmada, más vivible, de cómo lo estaba en 2017.

Nostálgicos del enfrentamiento, del cuánto peor mejor, incapaces de entender que una cumbre como la de hoy vuelve a poner a Cataluña, a Barcelona, en el lugar que le corresponde en el mapa de las relaciones internacionales, donde siempre había estado, gracias, a menudo, a la gestión de los líderes de un partido, Convergencia, de la que ellos son ahora los herederos.

Más incomprensible es la presencia en la manifestación callejera de Esquerra Republicana de Catalunya, partido que gobierna, partido que dice haber apostado por la vía del diálogo y la negociación, pero un partido que es incapaz de romper definitivamente los lazos con aquellos que pretenden mantener a Catalunya en la misma irrelevancia en el que la metieron en 2017. Y la consecuencia de esta bipolaridad va a ser la presencia del president Pere Aragonès en la Cumbre, como anfitrión, mientras su partido se manifiesta en la calle. Y no es muy difícil encontrar una explicación, Esquerra no consigue desprenderse del pánico y de las consecuencias electorales que pueda tener que desde el independentismo se les señale como un partido entregado al Gobierno central.

Àngels Barceló

Àngels Barceló dirige y presenta 'Hoy por hoy'...